El Gobierno los incluyó en los programas de Seguro de Salud Provincial y de tarjetas magnéticas, para que puedan decidir las compras de comida que quieran realizar. Las comunidades pidieron más presencia en los estamentos oficiales.
Un paso más hacia la igualdad. En el año del Bicentenario, el Estado provincial quiso reconocer a los dueños originarios de las tierras y en lugar de la mano encima, propone el concepto de la mano extendida para una convivencia en la interculturalidad. El gobernador Maurice Closs visitó ayer la comunidad Mbyá de Cuña Pirú, donde se reunieron los líderes de las casi cien aldeas guaraníes de Misiones y anunció la inclusión de las familias guaraníes en el Seguro Provincial de Salud y la asignación de tarjetas magnéticas para la asistencia alimentaria a esas familias para que puedan comprar las mercaderías que quieran y dejen de depender del reparto de mercaderías.
Desde el 1 de agosto, las cabezas de familia que tengan documento nacional de identidad, percibirán 400 pesos a través de la tarjeta magnética, dinero que podrá ser usado únicamente en la compra de comida, pero no de alcohol o tabaco. Ese aporte no es incompatible con la Asignación Universal por Hijo. A los que no tengan documentos, se les entregará tickets por 300 pesos, como forma de control y a la vez para incentivar la regularización, que hasta ahora alcanza al 50 por ciento de los originarios.
En paralelo, con el Seguro de Salud, los guaraníes podrán optar entre curarse con su medicina o asistir a cualquier sanatorio de la provincia.
El gobernador indicó que la decisión es la “mejor en calidad de gestión”, ya que el dinero que se destinará a la compra de mercaderías es el mismo, pero se evita los largos caminos de la burocracia y las eternas demoras en el reparto. “Ahora el dinero irá directo al bolsillo del pueblo originario guaraní, sin intermediarios con dinámica y haciéndolos iguales a miles y miles de misioneros que el Estado sí creía que podían tener la soberanía de decidir qué iban a comer, y qué iban a comprar con la tarjeta magnética”, indicó.
“Este dato no es menor, es garantizar la regularidad. No van a depender de la camioneta que distribuya. No van a depender de la partida presupuestaria, no van a depender de nadie. Van a depender de la responsabilidad de ustedes y la nuestra de juntar los recursos que igual gastábamos. Creo que esta decisión responde al reclamo de una visión intercultural integrada. No se puede ser necios a la evolución de los tiempos. En la selva misionera de hoy es imposible que una familia viva de la caza y de la pesca. Es absolutamente imposible como sí lo era hace siglos atrás o quizás hace no mucho tiempo. Entonces hay que garantizar la regularidad de estos ingresos”, aseguró Closs.
Justamente, el reclamo guaraní pasa porque el Estado les deje tomar sus propias decisiones o compartir la conducción política en las áreas que definen la relación con su comunidad.
Alejandro Méndez, cacique y secretario del Consejo de Caciques, explicó que “no queremos más planes por la ventana”, sino acceder “por la puerta” y “decidir el futuro” guaraní.
El dirigente también compartió el concepto del programa Hambre Cero y advirtió que para que tenga efectos entre los originarios, se les debe dar herramientas para realizar sus propios cultivos y alcanzar la “soberanía alimentaria”.
Méndez, quien estudia abogacía para defender los derechos de la comunidad guaraní, señaló que los ancianos “aconsejan a la juventud que se alejen de los vicios, como el alcohol y el tabaco” y estimó que de a poco, esas ideas calan en los más jóvenes. “En las aulas crecemos y construimos futuro”, señaló. Finalmente, agregó, emulando la línea discursiva del gobernador, que “se crece en paz con el comanejo”.
Esta fue la primera visita institucional del Gobernador a una comunidad guaraní.
