Se impuso 4-1 con tres tantos de Higuaín y uno en contra de Chu Young Park, mientras que Chung Yong descontó tras un error de Demichelis.
La Selección Argentina goleó 4-1 a Corea del Sur en el estadio Soccer City de la ciudad de Johannesburgo, quedó como líder del Grupo B con seis puntos y se ubicó a un paso de los octavos de final del Mundial de Sudáfrica. No se clasificó porque Grecia venció a Nigeria y dejó a todos con chances de avanzar. El martes que viene le alcanzará con un empate para terminar en lo más alto de la zona.
El conjunto de Maradona jugó bien contra un rival que en los papeles parecía más complicado y celebró con tres tantos de Higuaín, quien por ahora es el máximo anotador del certamen. En todo momento controló la pelota y el ritmo del encuentro y pudo decorar el resultado en el tramo final, cuando ingresó Agüero y se abrieron los espacios.
Al combinado nacional le llevó un cuarto de hora abrir el partido. En el comienzo, manejó la pelota pero no tuvo profundidad y sufrió las innumerables faltas que realizaron los coreanos, que no se preocuparon por disimular su planteo defensivo. Como frente a Nigeria, se puso en ventaja gracias a una jugada de balón detenido, aunque esta vez tuvo la suerte de su lado. A los 16 minutos, Messi lanzó un tiro libre desde la izquierda, Demichelis no llegó a conectar de cabeza y Chu Young Park marcó en contra de su propia valla.
El gol le dio tranquilidad al equipo que dirige Maradona, que se las ingenió para encontrar los huecos que dejaron los asiáticos y empezó a generar peligro a través del juego asociado. Apareció Messi, se enchufó Tevez, llegaron los lujos de Di María… Cuando la Albiceleste ya estaba acomodada, Samuel se lesionó y el Diez mandó a la cancha a Burdisso, quien entró bien en el encuentro. A los 32 minutos cayó el segundo tanto: la Pulga sacó corto un tiro libre, Maxi Rodríguez envió el centro desde la izquierda, Burdisso peinó la pelota e Higuaín, de cabeza, anotó.
Si el primer gol le brindó calma a la Albiceleste, el segundo le dio seguridad y confianza. Di María casi convierte el tercero con un remate de tres dedos que el arquero Sung Ryong mandó al tiro de esquina, mientras que Messi hizo una brillante maniobra, picó la pelota y no festejó por centímetros. Parecía que el primer tiempo finalizaba sin sobresaltos para la Selección, pero en la última jugada Demichelis se durmió, Chung Yong le robó el balón en la puerta del área y definió ante la salida desesperada de Romero.
En el inicio de la segunda parte, Argentina buscó cerrar el partido, sin embargo, no lo logró y sufrió en algunos contragolpes, como en el mano a mano que Ki Hun desperdició a los 12 minutos. A los 28, Maradona metió un cambio clave: Agüero por Tevez. El Kun, quien hizo su debut en un Mundial, ingresó encendido y no tardó en asociarse con Messi e Higuaín. Juntos fueron dinamita para la defensa coreana.
Sobre el final, llegaron los otros dos goles de Higuaín. A los 31, Agüero combinó con Messi, quien remató al arco y le acertó al cuerpo del arquero Sung Ryong; el rebote le quedó a la Pulga, quien volvió a probar desde un ángulo cerrado, la pelota rebotó en el palo derecho y le cayó al Pipita, que sólo tuvo que empujarla. Cuatro minutos después, Higuaín descargó en Messi y se fue al área, el del Barcelona le puso una pelota en profundidad al Kun, quien metió un centro a la cabeza del atacante del Real Madrid.
En la última jugada del encuentro, Agüero casi mete el quinto luego de una excelente maniobra personal. Se lo merecía el Kun. Como también se lo merecía Messi. Pero esta vez todos los flashes se los llevó Higuaín, quien falló varias ocasiones frente a Nigeria y fue oportunista ante Corea del Sur. El poderío ofensivo que ostenta Argentina no lo tiene ningún otro equipo en la Copa del Mundo, por eso el sueño, más que nunca, es posible.
