La tasa de cobertura previsional volvió al primer lugar de América Latina

El 41,2 por ciento del total de jubilados accedieron a ese derecho a partir de los planes de recuperación de aportes desde 2005. Son 2,3 millones de personas. La jubilación media creció 238 por ciento desde enero de 2003 a la fecha.

A un año y medio de la desaparición de las AFJP, la Anses elaboró un informe que refleja cómo era y cómo quedó el sistema de jubilaciones y pensiones en la Argentina. Uno de los datos que aparecen allí es que el mes pasado se llegó al record de personas que cobran haberes gracias a la moratoria previsional: son 2.332.295 beneficiarios, sobre un total de 5.582.207 del régimen de previsión social. Es decir, los «nuevos jubilados» ya representan el 41,8 por ciento del total, más de cuatro de cada diez. La incorporación de todos esos jubilados se produjo en los últimos cinco años, a partir de que el Gobierno diseñó un sistema para que mujeres mayores de 60 años y hombres de más de 65 que no cumplían con el requisito de años de aportes pudieran saldar esa deuda y al mismo tiempo empezar a percibir ingresos. Eso les dio derecho, además, a la cobertura del PAMI. Fue la primera medida de orientación universal para resolver un problema de marginalidad creciente, en este caso, de adultos mayores. Esa política se profundizó el año pasado con la asignación a la niñez.

La fuerte expansión en el número de jubilados se refleja en otros dos indicadores. El primero es el que se conoce como tasa de cobertura. Según el documento de la Anses, el 86,7 por ciento de las personas en edad de jubilarse está recibiendo haberes. En 2009 fue el 81,4 por ciento. El aumento se explica porque todos los meses se suman a la moratoria un promedio de 38 mil personas. Ese es el registro en lo que va de 2010. La evolución de la tasa de cobertura viene creciendo aceleradamente desde 2005, cuando se tocó el piso histórico de 55,1 por ciento. Fue en ese momento que el Gobierno resolvió darle un corte a una situación cada vez más angustiante. La proyección indicaba que en un par de años, menos de la mitad de los argentinos en edad jubilatoria podría completar los trámites para cobrar el retiro. Frente a esa circunstancia, se empezó con las moratorias.

La primera arrancó a fines de 2005 y venció en abril de 2008. Lo que permitía era que cualquier persona que tuviera la edad para jubilarse pudiera hacerlo aun sin haber aportado nunca en su vida. La Anses le calculaba la deuda -con significativos beneficios- y le armaba un plan de pagos en 60 cuotas. Sólo con eso ya le concedía una jubilación, y de ahí se empezaba a cobrar la deuda. La respuesta fue explosiva. De 3,1 millones de jubilados que había en 2005 se pasó a 4,4 millones en 2007, con un avance en la tasa de cobertura del 55,1 por ciento hasta el 76,4. En 2008 fueron 4,8 millones (77,8) y ahora son casi 5,6 millones (86,7).

Ahora, con la tasa de cobertura previsional del 86,7 por ciento -la cifra trepa al 90 por ciento si se cuentan los jubilados provinciales-, la Argentina recuperó el primer lugar en América latina. Comparte ese puesto con Brasil -aunque allí también se computan planes sociales-, mientras que Uruguay aparece con 86,3 por ciento y Chile figura bastante más atrás, con 63,0 por ciento. Otros países de la región como México, Venezuela, Colombia, Perú y Ecuador se mueven en un rango muy inferior, del 16 a 26 por ciento.

 

El informe

 

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