Anoche se realizó el acto que contó con la presencia del gobernador Maurice Closs. Allí se destacó la labor de los pioneros y la misión de seguir formando profesionales capaces de continuar la tarea de monseñor Jorge Kémerer.
El Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya celebró ayer los 50 años de fundación recordando la vida y obra de los fundadores. En una cálida ceremonia que contó con la presencia del gobernador Maurice Closs y el obispo de Posadas, Juan Rubén Martínez, se destacó el trabajo de monseñor Jorge Kémerer y su visión para la casa de estudios pionera en enseñanza superior de la tierra colorada.
El primero en tomar la palabra en el acto formal que se realizó anoche fue el padre Carlos Viera quien con muy buen tino recordó el ideario de la institución y pidió al cielo la fuerza para que los profesores del Montoya sigan el camino marcado por monseñor Kémerer “sin claudicar en el paso del tiempo”.A su turno la rectora de la institución María Eva Lezcano hizo referencia a los 50 años de trabajo por y para la educación en valores cristianos. Así puso en valor la tarea de los docentes de la casa como la de los alumnos que son la razón de ser de la institución pionera en enseñanza superior.
En tanto el Gobernador, hizo hincapié en la visión de los fundadores que como hoy, pusieron en el tope de la agenda a la educación hace 50 años.Dijo que la política del gobierno hoy transita por el mismo camino poniendo a la educación como pilar máximo y que en ese sentido se apuesta a que en todos los municipios misioneros hayan escuelas secundarias.
Subrayó la tarea de los docentes que no solamente se reduce a la transmisión de conocimiento sino también a la enseñanza de valores que hacen a los hombres que habitan el suelo misionero.De su lado el obispo Martínez agradeció el acompañamiento del gobierno provincial también en lo que en poco tiempo será la Universidad Católica de las Misiones, institución a la que el Gobernador le destacó un párrafo aparte al señalar que ya se están haciendo las obras del proyecto que plantea un esfuerzo compartido.
