Para Afoa NEA, el proyecto de Maciel está basado en mitos y crea inseguridad

El gerente de la Asociación Forestal Argentina Regional NEA, José Saiz, aseguró que la iniciativa del diputado de “recuperar tierras de Alto Paraná para la producción de alimentos”, está basado en mitos, provoca inseguridad jurídica y atenta contra la inversión.

La inversión, la seguridad jurídica y el desarrollo social en Misiones están en el centro de un debate que encierra, como problema de fondo, un fuerte conflicto por la intrusión en tierras privadas -que además amenaza los recursos naturales- y el grave problema social que existe en la zona Norte y del Alto Uruguay ante el importante retraso en la regularización de los permisos de ocupación de tierras, fiscales y privadas.   

En los últimos días trascendió la iniciativa del diputado provincial Ricardo Maciel de trabajar en la redacción de un proyecto que responde a su “preocupación por la concentración de tierras por parte de la empresa Alto Paraná SA”  y apunta recuperar las mismas para la producción de alimentos. “La idea es recuperarlas, no llegar a la expropiación sino a la cesión por parte de la empresa a los productores, para intercalar actividades productivas agrícolas en las plantaciones forestales”, explicó el legislador, por medio de un comunicado de prensa. Por su lado desde Afoa Nea contestan que el proyecto no aborda la problemática de fondo desde la perspectiva adecuada, a la vez que se sustenta en mitos.

En la búsqueda de dramatizar aún más el tema, Maciel agregó que “hoy ya no se ocupan los territorios con ejércitos, ahora lo hacen con capitales”, refiriéndose a las inversiones  que se instalan en la provincia.

La iniciativa de avanzar sobre las tierras de Alto Paraná pretende justificarse como “un objetivo de reparación histórica de ceder espacios a los chacareros de los municipios de Wanda,  Esperanza, Libertad y Colonia Delicia”.

Desde la Asociación Forestal Argentina-Regional NEA consideraron la iniciativa planteada como una nueva avanzada contra la forestación, lamentando que “sus fundamentos se basen en mitos o creencias de cuya intencionalidad no quedan dudas”, dijo el gerente de la entidad, José Saiz. “Y digo mitos pues, cuando se habla de 300.000 hectáreas en manos de extranjeros, quiero suponer que se incluye en las mismas a las tierras de los colonos de los más diversos orígenes que pueblan esta provincia”.

“Ahora, si consideramos empresas extranjeras únicamente a las del sector forestal, debemos mencionar a una de capitales chilenos, en el Norte, que tiene una superficie total de 230.000 hectáreas (7,6 % del territorio provincial) de las cuales un 50% se destina a la producción de madera con bosques de cultivo y otro 50% a la conservación de bosques nativos, monte y selva”.

En tanto, detalló que la otra empresa  extranjera, de capitales alemanes, e instalada en el Sur, “no llega a las 15.000 hectáreas (0,5% de la superficie misionera), con un 65% cubierta con plantaciones forestales. Y aclaro esto pues otro mito es el de la superficie cubierta con forestaciones,  que llegan a superar el 12% de la provincia; y así seguimos, como cuando se habla de que no genera trabajo, puesto que si consideramos toda la cadena productiva,  desde el vivero hasta la vivienda o el mueble de madera, la mano de obra ocupada supera muy ampliamente al del resto de las actividades productivas misioneras”, dijo.

 

Mitos y verdades

Según el diputado Maciel, para lograr una provincia productora de alimentos habría que recuperar la zona del Alto Paraná y destinarla a actividades agrícolas. Además, responsabilizó a la gran empresa forestal de que “mucha gente fue desplazada de la chacra y van a las ciudades, donde no pueden generar nada ya que lo único que saben hacer es producir la tierra”.                

Sobre este planteo, profesionales del sector aseguran que el 3,5% de las tierras productivas de APSA  generan recursos en forma directa, indirecta y por efecto multiplicador a más de 50.000 personas. Mientras que Saiz aclaró que la adquisición de las propiedades por parte de la empresa, por lo menos la mayor parte de su superficie, proviene de la compra grandes propietarios (CASA, CPP, PeCom, Safac, Columba, Mate Larangeira, MBM, entre otras), mientras que, según información de público dominio, la adquirida a pequeños propietarios (colonos) no llega a las 5.000 hectáreas, lo que implica un 2,2% de su patrimonio territorial. Saiz consideró que “es extraña la actual postura de algunos representantes legislativos cuando dichas compras no fueron objetadas por ningún poder público, ni nacional ni provincial. Y por otra parte, cabría preguntarse el porque de la oferta de venta por parte de los colonos; seguramente la respuesta estaría centrada en el abandono en que se hallaba el habitante de las chacras, con la falta de electricidad, caminos, educación, salud, de precios para sus producciones, y algunos etcéteras más, que provocaron, lo que continúa aún, el éxodo de la población rural a los centros urbanos”, opinó.

El directivo de Afoa NEA concluyó que “evidentemente el problema de la intrusión existe y todo indica que puede agravarse en el futuro, lo que incrementa la incertidumbre y la inseguridad jurídica de potenciales inversores”.

“Está en manos de las autoridades el control de los intrusos y convocar a todos los involucrados en el tema a discutir una solución duradera, en una mesa con todos los actores ”, sugirió.

 

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