Jorge Brito: «Hay que terminar con la Argentina del River-Boca»

En una entrevista exclusiva con el diario El Cronista, Jorge Brito, presidente de Adeba, habla de todo. El canje, la economía argentina, la ley de entidades financieras, la inflación y hasta la venta del Banco Patagonia al Banco do Brasil.

Su DNI dice que se llama Jorge Horacio Brito y que nació el 23 de julio de 1952. Su CV marca que es presidente del Grupo Macro, de Adeba -la entidad que nuclea a los principales bancos-, de Macro Securities; de la Fundación Macro Bansud; de Sud Inversiones y Análisis y de Inversora Juramento. Comenzó a trabajar a los 17 años y a los 24 ya había fundado su primera empresa. Hoy lidera un grupo que tiene 7921 empleados, ingresos financieros más ingresos netos por servicios por más de $ 3749 millones y ocupa el tercer lugar entre los bancos privados en el ranking de depósitos. “Soy una persona que vive conectada y estoy convencido de que parte de disfrutar la vida es poder estar conectado al mundo. No podría vivir de otra manera”, admite el hombre que tiene dos teléfonos siempre encendidos. Lo hace desde su oficina en plena City porteña. El ambiente, bastante más amplio que el de sus pares, sorprende con dos plasmas cuyas pantallas divididas muestran las cuatro señales de noticias. “Me gusta estar muy informado”, admitirá minutos después el presidente de Adeba. Está casado, es padre de 6 hijos y abuelo de 3 nietos. Fanático de River Plate y del esquí, se muestra abierto a hablar de todo: desde el proyecto Heller de entidades financieras hasta la inflación. Asegura que en este momento de su vida no le molestan las críticas. “Uno sabe por qué hace las cosas y cómo las hace”, asegura. Y, respecto de aquellos que lo tildan de banquero K, afirma: “Desde el gobierno de Alfonsín me vinculan con el gobierno de turno y me van a vincular con el que sigue. Porque el rol del empresario es estar cerca del gobierno de turno y dialogar. Así es como se construye un país”. 

l ¿Cómo ve a la economía argentina hoy?

– La veo muy bien. Creo que nuestros principales compradores, que serían Brasil y China, están creciendo a ritmos importantes. Brasil en torno al 5%, China al 10%. Esto produce una demanda importante en la Argentina. Por otro lado, nuestro país sigue siendo un país agroexportador, lamentablemente.

l ¿Por qué lamentablemente?

– Porque tenemos que tratar de meterle más valor agregado a todos los productos del agro. Este ha sido un año excepcional, con lo cual vamos a tener un año muy bueno para el campo. Y esto produce un efecto derrame muy importante porque en términos generales esta gente reinvierte gran parte de sus utilidades, compra maquinaria, autos, todo lo que pueda estar vinculado a su establecimiento lo reinvierte. Entonces, esto produce movimientos muy importantes dentro de la economía. 

l ¿Le preocupa la conflictividad que hay, por ejemplo, con China? ¿O, en el caso del campo, que se siga hablando de medidas de fuerza?

-No, la verdad es que no. No quiero entrar en la discusión de la retención de la soja. Ni de cuánto tiene que ser ni otra cosa. Lo que digo es que hoy, el que produce soja gana. Creo que China es un país que usa todo tipo de instrumentos como barrera paraarancelaria. Si miramos a la Argentina, lo que le dije anteriormente, tendríamos que industrializar todo lo agrario mucho más, siendo un ejemplo de esto justamente los 40 kilómetros que tenés sobre el Río Paraná, desde Rosario hasta San Lorenzo, donde tenés todas las industrias y todas las aceiteras. China lo que quiere es básicamente comprarte el poroto y generar mano de obra. Y está bien desde su perspectiva, cada uno tiene que defender su negocio. 

l Yendo puntualmente a su negocio, en los últimos días fue noticia un competidor, el Banco Patagonia, con la venta del 51% del capital accionario. ¿Habrá una nueva ola de fusiones en el sector bancario?

– La verdad es que no lo veo. Puede haber alguna otra cosa en el futuro, pero hoy no lo veo. Además, si mirás el mapa, no son tantos los bancos locales que quedan y creo que no hay nadie interesado en vender, creo que lo que podemos ver en el futuro son algunos bancos que tenían pensado abrir el capital al mercado de capitales que lo hagan ahora, donde después del canje de la deuda puede volver a abrirse.

l Hablando del canje, ¿qué balance hace de la propuesta argentina y también de las perspectivas que esto abre? 

– La propuesta, si la despolitizamos, es una propuesta donde se está pagando menos que en la propuesta anterior. Si se politiza y te dicen que le cobrás más, bueno, se cobra más porque vale más la deuda hoy, pero tengo que ver cómo yo, estado argentino, cuánto estoy pagando y estoy pagando menos de lo que pagué en el canje anterior. Vos, acreedor, podés estar cobrando más porque el valor de la deuda vale más hoy que hace cuatro años, pero cuando vos sos el que tenés que pagar, lo que tenés que ver es cuánto estás pagando, si es más o menos. 

l ¿Y qué cambia para el escenario financiero local a partir del canje?

– Lo que cambia simplemente es que ser un país en default es como jugar una carrera y que te falte una pierna. No podés pensar que este país va a obtener tasas como Brasil del 7 ó 6%, si está en default. O sea, es condición necesaria, no suficiente para volver a los mercados de crédito.

l En estos días volvió a aparecer el FMI y el debate si tiene que auditar o no las cuentas. ¿Cómo ve el rol del Fondo por un lado, y también lo que implican las críticas que se han hecho en el último tiempo?

– Honestamente, soy de los que pienso que no es necesario volver al FMI para volver a los mercados de crédito. O sea, si vos hacés las cosas bien, la gente te va a prestar plata; si vos hacés las cosas mal, no te va a prestar plata. ¿Qué es el FMI? Es un auditor. Entonces es más sencillo para un país que tiene un pasado que lo condena, porque la historia de la Argentina ya la conocemos. Es más sencillo volver al crédito con el Fondo que sin el Fondo. Creo que en la Argentina permanentemente tenemos un debate que es River-Boca. Todo lo que no es blanco, no es negro, o sea que hay que negociar con el Fondo con cuestiones razonables.

l ¿Se refiere al Gobierno, a la oposición, a la sociedad argentina…?

– Yo nací en el ‘52, en pleno gobierno de Perón. El peronismo que se vivió en la Argentina post caída de Perón en el ‘55, y de ahí en más, vos ves que la Argentina siempre es blanco o negro. Hoy ves una oposición, que si bien le ganó al oficialismo, este es un país presidencialista, no parlamentarista. En un país parlamentarista gana la oposición y cambia los ministros, cambia el gabinete. En la Argentina siempre queremos inventar algo nuevo. Ahora me parece que tenés que tratar de que el gobierno de turno pueda gobernar porque si no, permanentemente en la Argentina, cada presidente que llega cree que todo lo que hizo el anterior está mal hecho y esto no es así. Cuando cambian los gobiernos en los EE.UU. o en Brasil o en Uruguay esto no ocurre.

l Dentro del mercado de crédito local, en los últimos días la Presidenta presentó el crédito del Banco Nación que generó mucha expectativa. ¿La tendencia va hacia eso? ¿Las tasas van a ser más accesibles? 

– No es una cuestión de percepción, es una cuestión de las tasas que pueden bajar en la medida en que el riesgo país baje. Nosotros tenemos un riesgo país que está en torno al 12% en dólares, vos le tenés que agregar un plus a ese tercer riesgo país del sector privado más el riesgo devaluatorio, si el riesgo país está en 12% te vas a tasas del orden del 18,19%. En la medida que baje el riesgo país, van a bajar las tasas.

l Se habla del nuevo proyecto de ley de entidades financieras. ¿Cómo ve la iniciativa de Carlos Heller?

– En principio, todas las iniciativas que generen debate me parecen buenas. Sería bueno que Heller haga conocer a las cámaras los detalles para debatir todo. Es bueno el consenso y estoy seguro de que va a ser así. 

l Se habla de poner foco en los usuarios y no en las entidades financieras, que va a buscar mayor control de las tasas…

– Heller es el presidente del Credicoop y ha manejado un banco exitosamente, con lo cual una persona que ha manejado un banco exitosamente, su proyecto tiene que ser bueno para las entidades financieras. Hay que evaluar todo en detenimiento.

l ¿O sea que es razonable que haya una nueva ley de entidades financieras?

– No estoy diciendo eso. Ni una cosa ni la otra. No me preocupa que alguien quiera hacer una ley de entidades financieras. Creo que hay que terminar con los cucos en la Argentina. Si yo dijera que hay que mantener esta ley, me pregunto por qué hay que mantenerla. Si se puede mejorar, mejorémosla y sino dejemos la que está.

l En términos de la relación dólar – peso, el campo pide más devaluación, parte de la industria también. ¿Cómo evalúa hoy la paridad entre el peso y el dólar?

– Yo creo que la Argentina es competitiva, tiene un tipo de cambio competitivo, no hay que caer en los retrasos del tipo de cambio, pero creo que hoy el tipo de cambio es competitivo y todos los cantos de sirena que hablan de la devaluación lo que están pidiendo es licuar el salario real. Creo que ese modelo de la Argentina se acabó. Hay algunos empresarios vinculados a la industria automotriz que lo están pidiendo. Es un modelo agotado en la Argentina, el tipo de cambio alto y salarios bajos, pero la Argentina hoy está viviendo un modelo en el cual interviene un mercado interno donde, si miramos lo que pasó en 2009, donde el mundo te dejó de comprar, la Argentina se mantuvo, donde escuchamos a muchos economistas hablar de fin del mundo, bueno esto no pasó. Porque tenemos un mercado interno que demandó. Es un hecho muy importante tener un mercado interno como el nuestro.

l Respecto del enfriamiento o calentamiento de la economía, ¿cómo ve la competencia que se viene dando por las cuotas entre los bancos?

– Pienso que todo en la vida tiene un por qué. Cada uno tiene su forma de plantear el negocio. Lo que hay que tener mucho cuidado es de no engañar a la gente cuando se plantean cuotas de interés cero. No existe el interés cero y a mí me parece mal la publicidad engañosa. Cuando hay interés cero es porque vos estás cargando al precio del producto la tasa. Esta parte es la que a mí no me gusta, cada uno tiene sus políticas, mi banco no tiene esas políticas.

l Eso en el caso del consumo. ¿Qué ocurre en nuestro país con el rol de la Bolsa?

– Es un mercado chico porque tiene pocos inversores en la Bolsa. En los años ’60 tuvimos un mercado de capitales mucho más importante que el de hoy. Me parece que al inversor argentino le falta conocer un poco más cómo es el mercado de capitales, vivir un efecto, por ejemplo, cómo se vivió en España en los ’90, básicamente porque la gente, el ahorrista, empieza a pensar en tener un porcentaje en su portafolio en acciones. Y esto por pasa por tener credibilidad en tu país. Y en este país no tenemos credibilidad, los depósitos están a 30 días, todo el mundo está pensando en muy corto plazo.

l Además de los plazos, ¿el argentino sigue migrando a dólares sus ahorros?

– El argentino piensa en dólares. Ésta es la gran diferencia con Brasil. Pregúntele a cualquier trabajador de Brasil cuánto vale la palabra dólar y no tiene ni idea. Tratá de pagar algo en un cinco estrellas de ese país en dólares y te cuesta. Porque ellos tienen llena la cabeza en reales. En tanto y en cuanto nosotros no tengamos en la cabeza el peso, esto no cambia.

l ¿Cómo incide la inflación para que el argentino piense así?

– Es una parte más de la inestabilidad. Parte de la inestabilidad acá se dio porque tuviste dos hiperinflaciones, es el único país en el mundo. Hasta tres. Esto deterioró. Brasil no la sufrió, y todos los países vecinos no la sufrieron y la Argentina todavía queda marcada con esto.

l ¿Cómo evalúa la inflación actual?

– Siempre la inflación es un factor preocupante cuando supera el dígito. No es para asustarse; es para preocuparse y ocuparse.

l ¿Cuál es su opinión acerca de Marcó del Pont y del hecho que haya sido ratificada al frente de la presidencia del Banco Central?

-Me hubiera parecido ilógico que no aprobaran su designación al frente del Central. Es una economista que te gustará más o menos, pero no había ningún elemento para que el Senado no la apoyase.

l Redrado dice que las reservas hay que utilizarlas para momentos de crisis exclusivamente. ¿Coincide con eso?

– Las reservas no son como la vaca sagrada, no estamos en un régimen de convertibilidad y me parece que no tiene sentido tener reservas de u$s 48 mil millones invertidas al 1% y tener que endeudarse al 14%. Tenemos que discutir cuánto queremos de reservas y a partir de eso tenemos tanto para disponer. Lo que se ha utilizado me parece muy razonable. Lo que se debe hacer es honrar la deuda y es lo que va a traer la baja de la tasa de interés.

l ¿Qué va a pasar con las tasas para los créditos?

– Hoy por hoy no pueden bajar porque vos tenés la percepción de la gente que la inflación está por encima de la tasa de interés. Una tasa de interés negativa te puede durar poco tiempo. Hoy la tasa no puede bajar. Tenés que bajar la inflación y luego bajar la tasa de interés.

l La última tiene que ver con el Gobierno. ¿Cómo ve el rol de la Presidenta y cómo evalúa la gestión?

– A esta Presidenta le ha tocado gobernar momentos difíciles y creo que ha manejado bien la situación. Me parece que, de ahora en más, le toca un mundo de crecimiento y sería importante, y esto no depende solo de ella, depende de ella y de la oposición, poderse sentar y pensar un poquito más en el futuro de la Argentina. Todos deberían dejar la chicana política para otro momento. Hay que pedírselo a la Presidenta y a la oposición. La Argentina del River-Boca no va más

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