Comenzó el juicio por el homicidio de la prostituta

«Tardaron mucho. No sé qué más opinar», dijo consternada una allegada cercana Gladys Esther Gónzalez, quien fue asesinada en extrañas circunstancias el 7 de febrero del 2004. Ayer comenzó el juicio oral y público, y el tribunal fue integrado por las jueces subrogantes Juan Carlos Cantero, Marta Arrúa y Mónica Gonzalez. Apenas iniciado el debate dos de los imputados Miguel Angel y Rolando Ramírez declararon, tratando de desvincularse de la causa, mientras José Bubans se abstuvo. Familiares y allegados tanto de la víctima como de los imputados, presenciaron el inicio del juicio oral en que se establecerá la responsabilidad en el crimen de José Bubans, Miguel Angel y Rolando Rogelio «Roli» Ramírez. Las audiencias fijadas en tres jornadas, finalizando el viernes con alegatos y sentencia.

Apenas iniciado el debate, José Bubans, sin antecedentes computables, fue informado por el Presidente del Tribunal de los cargos que se le imputaban, y se negó a prestar declaración.

Luego, «Roli» Ramírez, quien fue sometido a un pormenorizado interrogatorio centrado en aspectos de la personalidad de José Bubans, de profesión panadero y que al momento del día en que se cometió el crímen era patrón de «Roli» Ramírez. Se podía notar en la sala la consternación en los presentes sobre lo que se había empezado a ventilar.

En cuanto a las cuestiones preliminares, tanto fiscalía como la defensa de los acusados acordaron la presencia de los Peritos Forenses Flores y Acosta, habida cuenta de haberse registrado en la espalda de la víctima, lesiones que supondrían una mordida humana, por lo que también sería citada a comparecer la odontóloga que emitió dictamen al respecto.

En el transcurso del interrogatorio, «Roli» Ramírez, aseguró que no conocía personalmente a Gladys Esther Gonzalez hasta que, en oportunidad de encontrarse detenido, ve una fotografía de la víctima exibida por quien era su patrón, José Bubans.

Relató Ramírez que el hecho de tener familia constituida no le permitía hacer los mismos recorridos nocturnos que sí hacía su hermano Miguel Angel junto a Bubans. Se podían hasta visualizar las salidas nocturnas de sexo y consumo de alcohol sobre lo que podría interpretarse como noches de asíduos clientes de servicios sexuales, dentre la que no era ajena Gladys Esther Gonzalez, asesinada en circunstancias que tratarán de esclarecer.

«Tardaron mucho», fue el reclamo mayoritario de allegadas a Gladys, «ya no sé qué más pensar al respecto. No sabemos si ellos (refiriéndose a los imputados) son los responsables de esta muerte; muerte que sentí como la de un familiar mío», dijeron sus amigas.

«No encontré hasta ahora un motivo que pueda haber hecho que Gladys, una persona que conozco desde pequeña y una gran amiga, fuera asesinada del modo que fue. Es horrendo que ésto pase. Debe determinarse quien o quienes fueron los que se llevaron la vida de tan buena persona. Cuatro años de espera en esta justicia, tuvieron que haber sido suficientes para que se condene al chacal o los chacales que hicieron ésto», finalizó.

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