Desde la Apam advierten que algunos secaderos y cooperativas desmejoran intencionalmente el producto para facilitar las ventas a mercados externos. También plantearan ante la Coproté que se avance en controles de bromatología. En el marco de la sesión de precios de la Comisión Provincial del Té (Coproté), que se reanudará en los próximos días, los representantes del sector de la producción también platearan la necesidad de avanzar en controles referidos a la elaboración del producto.
Desde la Asociación de Productores Agropecuarios de Misiones (Apam), manifestaron la necesidad de que se implementen controles en los establecimientos donde se realiza el secado de las hojas de té, para garantizar un control de calidad, debido a que varios locales realizan el proceso de manera deficiente lo que afecta la calidad del producto final. Afirman que la maniobra es desarrollada en forma «intencional», con el objetivo bajar el precio final del té, para facilitar su venta al exterior.
«La hoja tiene que secarse en un máximo de 90 grados y varios establecimientos lo hacen en valores superiores lo que desmejora la calidad. También se amontonan las hojas o se trabajan en lugares que no tienen ningún control bromatológico», explicó el representante de la Apam en la Coproté, Carlos Zuberbuhler.
El dirigente advirtió que las maniobras se detectan principalmente en los secaderos y cooperativas que exportan el producto. «Cuando preguntamos porque desmejoran la calidad del té nos dicen que de esta manera se puede garantizar la venta», afirmó.
Sin embargo, el dirigente de la Apam explicó que la mayoría de las empresas privadas de Misiones elaboran el té con un mejor control de calidad, lo que repercute en el precio que reciben por las ventas. Por esta razón remarcó la necesidad de instrumentar mecanismos de fiscalización, que garanticen la elaboración del té respetando las exigencias de los mercados internacionales.
«Hay que exigir que se produzca mejor para garantizar las ventas del producto. Creo nuestro té está a la altura de los mejores del mundo pero estas maniobras restan la calidad del producto. Por esta razón ahora Corrientes está elaborando un mejor té que nosotros si tener condiciones óptimas para el cultivo», afirmó.
Respecto a la incidencia de la fiscalización de la elaboración en la discusión de precios que lleva actualmente la Coproté, Zuberbuhler afirmó que si se pudiera obtener un té de primera calidad, se garantizaría mayores ingresos para las cooperativas, lo que se podría trasladar a los productores con una suba en el valor del brote.
Las afirmaciones del productor se sustentan en datos aportados por las propias cooperativas que consignaron que hasta junio el kilo de té de primer nivel se vendió a un precio promedio de 1,17 dólares, en cambio el de calidad intermedia promedió los 75 centavos de dólar. Inclusive las últimas tendencias registradas en el mercado adelantan futuras subas debido a una caída en la producción en países de África y Asia.
