Marcelo Borsekowski, de 33 años, sufrió más de 15 apuñaladas en distinas partes del cuerpo. Un remisero fue hallado apuñaladas en la mañana de ayer en la Picada Maderil de la localidad de San Vicente.
El hombre fue hallado alrededor de las 9 de ayer, luego de que María Antunez, de 33 años, denunciara que su concubino Marcelo Alberto Borsekowski, de 34 años, no regresó a su domicilio desde la tarde del sábado.
La Policía montó un operativo logrando establecer que el hombre salió de la playa de estacionamiento de la remisería «Su móvil», de la localidad de San Vicente, con su vehículo, un Renault Clio, dominio CGS 584, alrededor de las 21:30, llevando a un pasajero con destino a Picada Maderil.
Al realizaron un rastrillaje por el lugar, los efectivos hallaron el Renault Clio en el kilómetro 984 de la ruta nacional 14, en Picada Maderil, en una zona de descampado.
A 80 metros del rodado estaba el cadáver de Marcelo Alberto Borsekowski, el cual presentaba más de quince puñaladas en diversas parte del cuerpo.
El cuerpo fue examinado por la médica policial quien diagnosticó que la muerte se produjo entre las 22 y las 23 del sábado, por un «paro cardiorespiratorio traumático a causas de heridas de arma blanca que afectaron órganos vitales».
El cuerpo del remisero fue entregado a sus familiares para su inhumación.
En el lugar donde fue encontrado el cuerpo del remisero, personal de la División Criminalístic de Oberá levantó huellas dactilares para encontrar al autor del horrendo homicidio.
Con mucha saña
La primera hipótesis que se manejó fue el robo, ya que a Marcelo Borsekowski, le sustrajeron un celular y una billetera de cuero color marron, conteniendo documentos de la víctima y dinero en efectivo, pero no sería una suma importante como para que lo asesinaran con tanta saña.
El cuerpo del remisero presentaba más de quince puñaladas, que según fuentes policiales se trataría de un asesino.
Según los familiares, el hombre no tenía nigún enemigo, ni problemas con nadie.
Anoche, cuatro remiseros realizaban un identikit de un joven que habría venido dos veces en la tarde del sábado solicitando un viaje a Picada Maderil, solicitud a la cual los trabajadores del volante se habían negado.
La tercera vez que llegó el joven, Marcelo Borsekowski aceptó realizar el viaje, ya que habría tenido su auto detenido hace mucho tiempo.
El pasajero que solicitó el viaje sería un joven de unos veinte años, de estatura baja, tez trigueña y cabellos oscuros; quien vestía bermuda marrón, remera negra y una mochila azul.
