La clásica película Expreso de Medianoche narra la dureza con la que vivió en la prisión turca Billy Hayes, un joven estadounidense que fue condenado en 1970 a 30 años acusado de traficar con hachís. Aunque con algunas exageraciones, el filme refleja las atrocidades de una situación carcelaria en Turquía, un país que hace de la lucha contra las drogas una cuestión de Estado.
Hayes logró escapar y de vuelta a Estados Unidos, escribió un libro, «Expreso de Medianoche» donde contaba toda su experiencia, incluyendo el trato vejatorio al que fue sometido y su relación con los demás presos
Hace poco, en Red de Mentiras, Leonardo Di Caprio personificó a un agente de la CIA que fue derivado a Jordania para capturar a un peligroso terrorista. También aquí se puede palpar cómo el Estado entabla una permanente lucha contra el consumo y tráfico de drogas.
Según el ministerio jordano del Interior, el 85% de la droga que se incauta en Jordania está destinada al extranjero y no al consumo local.
A las mujeres misioneras, que sin dudas son apenas un eslabón de la cadena, no les esperan tiempos sencillos.
Dos misioneras condenadas en Jordania por tráfico de drogas
