En lo que fue la primera audiencia tras la feria judicial, el juicio se retomó ayer martes pasadas las nueve de la mañana y culminó cerca de las 13,30. El Tribunal tomó los testimonios de tres testigos de los siete que estaban citados. El abogado querellante Ernesto González informó que uno de ellos ratificó los dichos sobre el camuflado del Chevrolet Corsa con el cual secuestraron a Cristian Schaerer en septiembre de 2003. Se reanudó ayer martes el segundo juicio por el secuestro del joven correntino Cristian Schaerer. De los siete testigos que estaba previsto que declarasen ante el Tribunal Oral Federal, sólo lo hicieron tres de ellos. Los restantes podrían ser requeridos en oportunidad que la querella lo decida, según comentó el querellante de la causa, Ernesto González.
González describió ante este medio que en la audiencia,.quienes testimoniaron confirmaron la versión sobre la venta de los celulares que se utilizaron para el rapto del estudiante de abogacía el 21 de septiembre de 2003 del Barrio Las Tejas. Dos de ellos declararon que tenían una casa de venta de los aparatos de telefonía frente al Hotel Guaraní, de allí se extrajeron los que se usaron en el secuestro.
El testigo restante, Enrique Rivera, es quien estuvo muy cerca de Ángel Barbieri (condenado por el secuestro a 25 años de prisión), y a criterio del Fiscal Federal, Oscar Resoagli, y de la parte querellante es quien intervino en la modificación del aspecto físico del Chevrolet Corsa, automóvil con el cual sacaron a Cristian de esta ciudad capital.
Detalló el letrado querellante que al momento del secuestro el Corsa tenía vidrios polarizados, llantas deportivas, un sistema electrónico de seguridad. Pero «ellos lo camuflaron para venderlo» explicó Ernesto González.
Acotó que inclusive fue un interrogatorio extenso donde se trajeron a la memoria las escuchas telefónicas donde involucran a Rivera. Este, según explicó el profesional del derecho, en clave se comunicaba con Ángel Barbieri y le informa que al rodado (Chevrolet Corsa) «le restaba hacer lo electrónico nomás».
Es de recordar que Enrique Rivera en la primera etapa del juicio por secuestro como consecuencia de incurrir en falso testimonio quedó detenido. Pero esta mañana de martes el Tribunal no tomó esa decisión, dejando librado una posible definición de esas características al dictamen final del proceso.
No se hizo lugar a pedido
Un hecho relevante que quiso destacar el querellante es lo que sucedió en el recinto de la audiencia. Donde además de los defensores, los testigos, familiares y amigos de Cristian, estaban dos madres del dolor que llagaron desde Buenos Aires.
«Al comenzar la audiencia estaban en silencio, con algunas fotografías de victimas de secuestros, entre ellas de la Cristian Schaerer, entonces el Dr. Gómez solicitó que se las retirara de la audiencia, con al argumento que era una manera de presionar al Tribunal» comentó González.
Ante el pedido tanto el Fiscal Federal como la querella se opusieron a una decisión de tal magnitud. Porque entienden que es normal que en cualquier juicio estén presentes familiares o amigos de las victimas, lo cual se deja ver en otras latitudes, como el caso del proceso que se le sigue a Omar Chaban por las 194 muertes ocurridas en diciembre de 2004 en el boliche República de Cromagnon.
La audiencia de este martes culminó pasadas las 13,30 y se retomarán el próximo 12 de febrero con la citación de otros siete testigos propuestos por la querella en esta segunda etapa del juicio, donde están imputados los integrantes de la denominada «Banda de los Caniches»: Sergio Salgán, Oscar Salgán, Raúl Nemesio «Caniche» Salgán, María Esther Sudó, Gabriel Sudó, Miguel Ángel Ramírez, Cristian Carro Córdoba, Claudio Sebastián «Humito» o «Jaimito» Cornelli Belen y Adrián «Paragüita2 Acosta.
La segunda instancia del juicio oral y público comentó el 25 de noviembre de 2008 y fue interrumpida por la feria judicial en el receso de verano.
