Cumbia, tiros y muerte: otra cara de la extrema violencia juvenil

El caso del chico de 16 años asesinado de un balazo en la cabeza anteanoche abrió interrogantes a los padres correntinos de los jóvenes y adolescentes que salen de sus casas los fines de semana para seguir a sus «ídolos» del «ambiente cumbiero».

Unas 5 mil motos –conducidas por chicos de entre 12 y 20 años- siguen a las combis que llevan a los dos grupos de cumbia de cabecera del momento en esa provincia: «Yiyo y los Chicos 10» y «Eclip-C».

La caravana se extiende por unas 20 cuadras y la sociedad asegura que los jóvenes van dejando sus rastros al pasar. Cientos de destrozos fueron denunciados por los vecinos de la Capital correntina que señalan a los «seguidores» como jóvenes violentos que atropellan todo lo que encuentran a su paso.

Al ser consultados por Infobae.com, vecinos de la Capital correntina y otras localidades provinciales indicaron que el fenómeno está marcado por el patoterismo, el alcohol, las drogas, las armas de fuego y las armas blancas.

En tanto, adolescentes del movimiento dijeron a este medio que siguen a sus ídolos sólo porque «son lo más», y señalaron que piden dinero a sus padres para arreglar las motos, con el objetivo de tenerlas listas el fin de semana para seguir a «Yiyo» o a «Eclip-C».

Estos jóvenes niegan ser violentos, pero los problemas surgen cuando las columnas de motos de fanáticos contrarios se cruzan en el camino, entre bailanta y bailanta. Peleas, golpes de puño, patadas, heridos de bala y de arma blanca y muertos registra el historial.

El adolescente fallecido este fin de semana no es el primero que muere en una de las caravanas. Meses atrás, una joven cayó de una de las motos –que circulan a alta velocidad cuando toman las avenidas principales- y murió tras ser atropellada.

«Nosotros vamos a donde toque el maestro Yiyo. Siempre lo seguimos. Una vez hicimos 200 kilómetros en una noche. En cinco horas. Éramos como 2500 motos. Una vez que agarramos la ruta no nos para nadie. Eclip-C no existe», dijo Carlitos, un seguidor de «Yiyo».

En tanto, los vecinos aseguraron que la Policía «no hace nada» porque «no tiene ni los efectivos ni la inteligencia necesaria para desplegar un operativo que impida que menores circulen en motos, bebiendo alcohol y corriendo picadas».

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