«Esa noche me llamó dos veces, dijo ‘Willy’ y se cortó»

Luis Cesareo, quien le vendió la motó, apuntó a los umbandas por el crimen de Almiron.

Declaraciones develadoras se escucharon en la tercera jornada de debate en que se juzga al pai Hugo Odilón Ledesma (40), al ex policía Ellis Gustavo Giersztunowicz (35) y al metalúrgico César Taurino Klein (28) por el crimen de Miguel Ángel «Chelo» Almiron, ocurrido el 17 de junio de 2004. Además, Eugenio Fernández De Oliveira y Carlos Alberto Gómez están acusados de encubrimiento agravado.

«La noche del 17 de junio ‘Chelo’ me llamó dos veces, dijo ‘Willy’ y se cortó, era él, lo reconocí por el número y la voz», dijo Guillermo Luis Cesareo, quien vendió la motocicleta sin los papeles en regla correspondientes a Miguel Ángel Almiron, asesinado a golpes en el 2004.

Cesareo aseguró que «Chelo Almirón»sabía que la moto tenía problemas en las documentaciones, «pero el quería la moto sí o sí, todos los días venía e insistía».

Además negó que Almiron haya querido deshacer el negocio, «él no tenía inconveniente en esperar a que estén los papeles».

El mecánico dijo que días después del 17 de junio, se encontró con Klein en un semáforo «le toqué bocina, pero el siguió caminando, por lo que le seguí hasta el local». Explicó que preguntó al dueño del pub por Almiron, y éste le dijo: «Chelo ya fue, lo hicimos mierda».

Aseguró que después recibió varias amenazas de muerte para que no dijera nada. E incluso el ex policía llegó hasta su taller mecánico ofreciéndole los papeles de la moto de Almiron por 300 pesos.

En tanto, René Aníbal Del Río, ex agente penitenciario, quien estuvo preso por narcotráfico, reveló lo que le habían contado los imputados mientras compartían las celdas.

Explicó que compartió la celda de la Brigada de Investigaciones con Klein, quien dijo ser un testigo protegido, «que estaba ahí hasta que declarar lo que vio del homicidio, y luego el Estado le pagaría el pasaje a Suiza, donde estaba su familia». Dijo que el hombre recibió «un trato preferencial mientras estuvo ahí». Mientras que de una celda continúa Ledesma le contó que «a sus discípulos se les fue la mano».

Luego, Del Río fue trasladado a la Seccional cuarta, donde fue compañero de celda de Fernández de Oliveira, con quien realizaron «un simulacro de juicio para ayudarlo a zafar».

En ese contexto, le contó que «ellos querían sacarle la moto, por eso ese día le lleva Gustavo hasta el templo donde le estaban esperando todos».

De Oliveira en el supuesto juicio en la celda, le contó que «en la entrada del templo hay una enredadera, donde se esconde Klein con la maza. Pero Almiron entra con el casco puesto, entonces tuvieron que cambiar los planes».

Del Río continúo relatando que después «lo dejaron sentarse en la mesa, lo entretienen, Klein va por detrás y le aplica tres o cuatro mazasos, mientras los otros le sujetan, y luego Ledesma le aplica otros golpes».

El ex agente penitenciario dijoque luego de los golpes Almiron quedó inconciente por un rato, «luego empezó a balbucear y preguntaba por el gordo porque temía que lo vuelva a rematar».

Según le confesión que le realizo De Oliveira, «Ledesma fue quien lo termina de matar con un cuchillo». Después, «a la medianoche llevaron el cuerpo hasta el pozo, y uno fue a tirar la cadena del baño para que no se oyera el ruido al caer el cuerpo».

También declaró el fletero, Ángel Benítez, quien dijo que fue «el ex policía el que lo contrató para llevar las maderas del pub hasta el templo y luego trasladar la moto», trabajo que nunca pudo cobrar.

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