A través de un seminario sobre nutrición organizado por la Fundación Alto Paraná.
Bajo el lema «Desafíos y posibilidades para la región» se desarrolló un seminario sobre nutrición organizado por la Fundación Alto Paraná, la empresa Alto Paraná y auspiciado por la firma ILSI Argentina y el Ministerio de Salud de la Provincia. El objetivo de la propuesta intenta mejorar los hábitos alimentarios en los chicos, que en el futuro actuarán como multiplicadores.
El encuentro que se realizó en las localidades de Puerto Piray y Puerto Esperanza, el jueves y viernes último, respectivamente, contó con una importante concurrencia integrada por profesionales de la salud, encargados de comedores comunitarios, docentes, promotores de salud y vecinos interesados en aprender cómo mejorar la alimentación para tener una dieta saludable y nutritiva aprovechando las posibilidades que nos ofrece la zona.
En Puerto Esperanza la jornada contó con la presencia del ministro de de Salud de la provincia, José Guccione. El mensaje de bienvenida estuvo a cargo del vicepresidente de la Fundación Alto Paraná, Martín Macjus y, posteriormente, las 150 personas que se dieron cita en el Instituto Los Lapachos escucharon los conceptos de la licenciada en nutrición María Leticia Mazzei de Palma, reconocida profesional en el ambiente de la Ciencia de la Salud por su prolífera experiencia como educadora en nutrición.
Nutrición vital
En la oportunidad Mazzei de Palma desatacó la trascendencia vital que tiene la nutrición tanto en los períodos prenatal y de lactancia como en el resto de las etapas de la vida del ser humano. «Es fundamental la alimentación del niño desde que nace como así también la alimentación de la madre durante el embarazo», señaló tras explicar que durante el primer año de la vida el crecimiento corporal y el desarrollo neurobiológico de los infantes depende de la alimentación que se les brinde además de los cuidados y la estimulación que reciban de sus madres, familiares y responsables de su crianza.
Luego, remarcó que «la desnutrición es algo muy grave porque deja cuadros irreversibles. El cerebro se destruye y si no llega a la parte del cerebro vamos a tener chicos que viven en desnutrición permanente, estos niños crecen pero muy poquito. Después están los chicos que tienen comida y que han tenido lapsos de hambruna. Estos niños tienen un crecimiento que no es uniforme».
La nutricionista recalcó la importancia de una buena alimentación en el período prenatal y de lactancia ya que reiteró que «las secuelas de la desnutrición en los primeros años de vida son irreparables. Son chicos que quedan marcados como personas anormales para la sociedad por el resto de sus vidas».
Mazzei hizo hincapié en la necesidad de educar a la sociedad en materia de alimentación. En este sentido señaló que la educación debe empezar en la escuela. «Hay que educar a los jóvenes, a las chicas que serán futuras madres. Hay que enseñarles a las mujeres que si se van a embarazar tiene que ser un embarazo programado y que ellas deben gozar de buena salud porque de lo contrario el chico ya nace desnutrido», agregó la especialista.
