Las mayores yerbateras buscan un amparo a una norma que prohíbe la salida desde Misiones de yerba sin industrializar. Allí se produce el 85% del cultivo del país, pero se envasa el 52%
Las Marías y Molinos Río de La Plata (los dos mayores acopiadores de yerba mate, que concentran el 30% de la producción nacional), presentarán recursos de amparo para evitar quedar como «rehenes» de la ley misionera de Envasado en Origen.
Claudio Anselmo, director ejecutivo de Las Marías y director en el Instituto Nacional de Yerba (Inym) por el sector industrial, dijo a El Cronista que la firma analiza presentarse «ante la Justicia Federal y la Corte Suprema, ya que la ley es inconstitucional: afecta el libre tránsito y comercio de productos».
La compañía produce yerba en Misiones y la envasa en Corrientes. También en Molinos reconocieron que su equipo de abogados trabaja en la redacción de un pedido de amparo. La empresa de los Perez Companc también produce en Misiones, pero sus plantas de envasado están en la bonaerense Esteban Echeverría, y en el barrio porteño de Barracas.
Otra afectada es la cooperativa Liebig, constituida por una veintena de productores, pero con planta en Corrientes. De instrumentarse la ley, ya no podrán remitir la mercadería a su planta, en Corrientes. Esta firma también analiza recurrir a la Justicia: «La ley viola el derecho al libre comercio», sostuvo Esteban Friedelmeier, directivo de la cooperativa y representante de la producción en el Inym.
La ley 4.459 establece que toda la yerba producida en Misiones debe ser envasada en origen, que sólo podrá comercializarse a granel cuando su destino sea la exportación, y prohíbe la salida de yerba de la provincia con destino a industrialización.
Del texto de la norma se desprende que se busca fomentar la industria local. Según fuentes del Inym, en Misiones hay 108 molinos que envasan el 52% de la yerba; en Corrientes hay sólo 8 molinos, pero envasan un 25% del total; el 20% se envasa en Buenos Aires, y el resto, en Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos.
Además, la ley también establece un sistema de estampillado, mediante el cual el molino debe depositar en una cuenta corriente el monto de la operación que desee realizar, que luego será retirado por el productor, previo pago de la estampilla correspondiente. En las empresas consultadas creen que el único interés de Misiones es recaudar y no vigilar los derechos de los productores, ya que, por otro lado, la norma le crea a los molinos misioneros un mercado cautivo, lo que derivaría en una caída del precio de la materia prima, ya que en Misiones se produce el 85% de la yerba. «Además, en Misiones la industrialización de la yerba paga 2,5% de ingresos brutos, y en Corrientes no. Entonces, a más envasado, más recaudación», agregó Friedelmeier.
Fuentes del gobierno de Corrientes dijeron que están negociando con el de Misiones una salida al conflicto. Alfredo Aún, ministro de la Producción correntino, señaló que intentan llegar a un acuerdo que permita considerar como región de origen a toda la zona productora, con lo que la industria de su provincia ya no se vería perjudicada. En Las Marías dicen que se trata de una solución «a medias», ya que no resolvería el problema de quienes envasan en otros territorios. Como Molinos, que asegura que tal norma haría peligrar los 300 puestos de trabajo que reúne entre sus dos plantas bonaerenses.
Las Marías agradeció el apoyo de la FAA
