En la misa oficiada en el Centro de Espiritualidad de Loreto, Monseñor Martínez destacó el valor de la peregrinación como muestra de fe del «Pueblo de Dios». La tradicional caminata unió a creyentes de las diócesis de la zona sur y centro misionera.
Una jornada fresca y a pleno sol fue el marco para la multitudinaria manifestación de fe que se vivió ayer en el Centro de Espiritualidad de Loreto. Con casi 18 horas de caminata en oración y en comunidad culminaron con varias misas que se celebraron en el predio donde se ubican los vestigios de una de las reducciones jesuíticas que hace 400 años fue sitio de alabanza y punto de reunión de más de 13 comunidades aborígenes. El Obispo de la Diócesis de Posadas, Juan Rubén Martínez pidió por las familias y destacó la labor de los santos mártires y del padre Antonio Ruiz de Montoya.
La manifestación de fe que partió el sábado minutos después de las 18 desde la Iglesia Itatí se fue nutriendo de almas que se sumaban en cada cruce de caminos a lo largo de la ruta 12. Si bien el sábado por la noche las nubes amenazaron con dejar caer algunas gotas, ayer un sol radiante acompañó el andar de los creyentes.
La misa central fue a las 9 y en su homilía el Obispo pidió por las familias y para que la esperanza mantenga a los cristianos unidos. También resaltó el valor del trabajo realizado por los santos mártires Roque González de Santa Cruz, Alonso Rodríguez y Juan del Castillo.
Reivindicó la peregrinación como acto de amor del «Pueblo de Dios» , cuestión que se puso en valor en el encuentro realizado en Aparecidas, Brasil, el año antepasado.
«La comunidad cristiana que camina unida es un verdadero acto de fe. Como hermanos con una súplica sincera y alabando a Dios «, dijo.
También recordó a la Virgen de Loreto cuya fiesta será el próximo 10 de diciembre.
Finalmente el Obispo llamó a que la iglesia se mantenga unida y en paz con el objetivo de continuar con la tarea evangelizadora «para poder seguir anunciando a Jesucristo».
