El uso del bromuro de metilo en el tabaco disminuyó un 94%

Lo revelaron desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta). El consumo pasó de 268 toneladas métricas en 2000, a 13,4 toneladas en 2007. El plaguicida es uno de los principales destructores de la capa de ozono. El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), reveló que se han logrado importantes avances en la erradicación del bromuro de metilo, en la producción tabacalera.

El organismo consignó que el consumo del compuesto, uno de los principales destructores de la capa de ozono, disminuyó en un 94 por ciento, pasando de 268 toneladas métricas en el año 2000, a 13,4 toneladas en 2007.

Los relevamientos indican que 20.200 productores dejaron de utilizar este compuesto, adoptando las alternativas propuestas en el marco del proyecto. También se avanzó en el marco regulatorio, mediante la prohibición total o parcial de su uso en cuatro de las provincias tabacaleras, Misiones, Salta, Corrientes y Tucumán.

En ese sentido, desde la Asociación de Plantadores de Tabaco de Misiones (APTM), señalaron que la provincia ha realizado importantes avances en la disminución en el consumo de bromuro de metilo. «Actualmente se usan otros compuestos en los cultivos, que tienen una menor toxicidad. Por suerte hemos avanzado en las medidas de erradicación, para poder hacer una tabaco menos dañino», explicó el titular de la entidad, Ari Klusener.

Una producción limpia

En Misiones la zona tabacalera abarca alrededor de 30 mil hectáreas (representa el 1 por ciento del territorio provincial) y está en manos de unos 17.500 agricultores, con una explotación promedio de 1,4 hectáreas.

Aunque la tarea no fue sencilla, la sumatoria de esfuerzos permitió al sector tomar la vanguardia y dejar de lado el uso del bromuro de metilo desde el 1 de enero del 2005.

El plaguicida se inyectaba en el suelo para proteger a los almácigos, pero que luego se evaporaba y se sumaba a los agentes que destruyen la capa de ozono.

Al bromuro, los productores lo reemplazaron por un sistema denominado «bandejas flotantes» (floating). El método consiste en reemplazar la inyección del gas en el suelo por el uso de almácigos previamente tratados con un sustrato conocido como «turba», que protege al plantín de determinadas enfermedades. Una vez que se encuentra fortalecido se lo transplanta y se evita el uso del gas de bromuro de metilo.

La provincia participa del proyecto Prozono instrumentado por el Inta. La iniciativa contempla la adquisición y distribución de equipos e insumos; la capacitación intensiva de productores y el desarrollo de tecnologías que permiten reducir el costo de las técnicas sustitutas.

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