Rescatan a otra misionera secuestrada, prostituida y brutalmente golpeada

Según denuncia la familia, cuando se negó a atender clientes le pegaron y terminó internada. Una brutal paliza permitió, paradójicamente, liberar a una adolescente misionera de un prostíbulo pampeano. La había llevado desde Puerto Iguazú su ex cuñada, quien habría sido detenida por la golpiza, pero liberada bajo fianza.

La chica herida, de 16 años, vivía con su madre, sus dos hermanos y su padrastro en Villa Alta, un barrio cercano al centro. «Son una familia evangélica, y ella canta en el coro de la iglesia», contó a Clarín Marcelina Antúnez, del programa Luz de Infancia.

Cuando su hermano mayor se separó, la ex cuñada, de 24 años, dijo que se iba a trabajar a La Pampa y le propuso llevarla como niñera de sus tres hijos. «Es lo que siempre había hecho, y la mamá estuvo de acuerdo», explicó Antúnez. En estos tres meses, muy pocas veces pudo comunicarse con su hija, a quien llamaba a un teléfono fijo sin saber exactamente dónde estaba. La chica lloraba y no hablaba.

La madre intuyó que pasaba algo malo. Cuando le llegó el rumor de que su ex nuera estaría trabajando o bailando en un cabaret, se lanzó a la búsqueda de su hija.

Tuvo noticias el sábado, y no eran buenas: estaba internada en el hospital de Guatraché (un pueblo de 5.300 habitantes, a 189 kilómetros al sur de Santa Rosa), a causa de una feroz golpiza. Cuando pudo hablar -había llegado inconsciente-, dio el teléfono de su casa, y los médicos denunciaron el caso a la Policía pampeana.

«La mamá pudo hablar con la nena, y ella le contó que la ex cuñada le pegaba y la obligaba a ir al prostíbulo; y que la última vez, como se negó a seguir yendo, le pegó con un palo de escoba hasta que la dejó inconsciente -reveló Antúnez-. Le habían cambiado el nombre y el documento. La cuñada fue detenida, pero la madama pagó la fianza y la soltaron».

A Clarín, el jefe de Policía de La Pampa, comisario Ricardo Baudaux, le dio otra versión: no hay causa contra la cuñada porque la paliza se la dio «la prima»; la adolescente sólo cuidaba a sus sobrinos; y no era obligada a ejercer la prostitución en «Capricho», donde sí lo hacía la cuñada. Interviene el Juzgado Regional de Guatraché, y «no se investiga un caso de trata», sostuvo Baudaux.

La madre, por su parte, hizo la denuncia en la Policía Federal de Puerto Iguazú, donde la derivaron a Luz de Infancia. «Hicimos un llamado a la solidaridad, para conseguir los pasajes para que la mamá y el padrastro vayan a buscarla a Santa Rosa, donde será trasladada», contó Antúnez. Ayer iniciaron el largo viaje.

Otra chica de Iguazú también fue rescatada. Ocurrió el martes en un ómnibus en Gualeguaychú, cuando un joven la trasladaba con destino aún desconocido.

En la madrugada del domingo, un chofer de transporte urbano de Puerto Iguazú había encontrado una notita de su hija de 15 años, diciendo que se iba a probar suerte con una amiga -de 19 años- a Buenos Aires. Estudiaba, no necesitaba trabajar, no tenía conflictos familiares… el padre sospechó e hizo la denuncia.

En la comisaría 2ª caratularon «fuga de hogar» y le dijeron que esperarían 24 horas para buscarla. El padre no se conformó: fue a Gendarmería, a la Comisaría de la Mujer, y a Luz de Infancia.

El control de Gendarmería funcionó: la hallaron el martes a las 5, en Gualeguaychú, a bordo de un micro. La llevaba un muchacho de 26 años, pariente de la amiga, pero que vive en Buenos Aires, y que está detenido. Interviene el Juzgado Penal de Puerto Iguazú. «Tendría que pasar al fuero federal, por la ley de trata -reclama Antúnez-, porque no es la primera vez que el porteño viene a buscar chicas».

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