Carlos, el supuesto hijo del secretario general del sindicato Luz y Fuerza Héctor «Cachilo» Rodríguez aseguró que «él es mi papá. Yo me enteré a los 15 años, para mí antes era el tío «Cachilo». Afirma que lo único que quiere es que se presente ante la jueza para que puedan realizarle el estudio de ADN y comprobar la paternidad. En una nueva audiencia ayer, el alto dirigente lucifuercista no se presentó. «Pipi», como se lo conoce a Carlos, dijo conocer a la familia de su supuesto padre y que incluso trabajó con «Negro», supuestamente su medio hermano. Carlos, quien trabaja en Candelaria también como empleado de EMSA, sostuvo que «Cachilo Rodríguez es mi papá. Cuando éramos chicos mi mamá y yo íbamos a visitarlo en la oficina donde el trabaja o al sindicato. Pido disculpas si le estoy causando problemas a él o a su familia, pero yo hace 32 años que estoy pasando por esto y quiero que me entiendan y se pongan en mi lugar. Yo hoy tengo el apellido de mi madre, y como es natural quiero llevar su apellido, así fuese el de un verdulero, es lo que corresponde».
El hombre añadió que «él nunca quiso hablar del tema, siempre lo eludió. Pero yo lo sé desde los 14 ó 15 años, antes para mí era el «tío Cachilo». Su familia me conoce, y yo trabajé con «Negro» (hijo de Rodríguez, ex candidato a intendente de Posadas) en la política, pero él nunca me llamó ‘hermano’ ni hablamos del tema. Yo entré a trabajar en Emsa porque primero estaba en electrificación rural, después se me terminó el contrato y empecé a lavar autos en el sindicato, recién ahí entré a la empresa».
El martes último, Rodríguez debía presentarse ante la Justicia porque lo había citado para la extracción de sangre, y posterior ADN con el fin de comprobar la paternidad o no sobre Carlos, pero no se presentó. En ese sentido, sostuvo que «me siento mal porque a mi me gustaría que él se haga el estudio para salir de la duda. No me gustaría que mis hijos crezcan suponiendo si son o no nietos de «Cachilo» Rodríguez».
Para finalizar, dijo en Fm Show que «me hubiese gustado que nuestra relación no fuese en estas condiciones, sino de otra manera. Si ahora lo tuviese enfrente le pediría disculpas. No importa que él no me reconoció y no se haya acordado de mí en estos 32 años, cada cual tiene su persona».
