Los alumnos del establecimiento ubicado en cercanías del Centro Cívico de Posadas no concurren a clases desde hace tres días y hasta nuevo aviso por falta de agua y serios problemas edilicios. Las autoridades de Educación se están ocupando del tema aseguró la directora de la escuela.
Los pasillos y las aulas de la escuela 813 de Posadas ya no albergan el murmullo y las corridas de los chicos que desde hace tres días no concurren a clases por falta de agua a lo que se suma una grave problema edilicio que deja ver incluso como se hunde el piso de la galería ya que el agua se filtra por bajo suelo. Los inconvenientes comenzaron en el año 2006 y desde entonces se vienen haciendo estudios para remediar la situación sin resultados concretos hasta la fecha. Desde el IMAS aseguran que se deben perforar algunos sectores de la escuela y que se necesitan 3.500 pesos para la compra de materiales. Por su parte hace quince días la empresa Samsa elevó un informe en el que especifica que hay que anular el tanque de agua y hacer una nueva red.
Sujeta a una reunión del Concejo de Educación las autoridades aguardan una pronta salida par retomar las horas perdidas en el dictado de clases. El establecimiento de dos pisos fue inaugurado el 1º de agosto de 1999 con la presencia del entonces gobernador Ramón Puerta y del ministro de Educación Ricardo Biazzi. Actualmente recibe a más de 700 alumnos, cuaeta con seis aulas en EGB 1, seis aulas en EGB 2 y seis aulas en EGB 3, además de una biblioteca y sala de informática. La directora de la escuela Alicia Álvarez aseguró que la decisión de suspender las clases se tomó por la seguridad de los chicos y maestros hasta tanto obtengan una respuesta, no obstante propuso que de no mediar solución en lo inmediato se podrían ocupar el piso de abajo donde esta ubicado el patio y organizarse en grupos ya que restan doce días para que finalicen las clases. Asimismo relató que la falta de agua no es el único inconveniente por el que deben atravesar. Denunció actos vandálicos en horas de la noche.
«Acá hay robos, rotura de vidrios, de puertas, de pizarrón, roban los ventiladores de techo y hasta las luces. Nosotros pedimos seguridad pero por falta de presupuesto todavía no nos la dieron, acá los fines de semana es tierra de nadie, los baños están en mal estado incluso tenemos que sacar las canillas cuando finalizan las horas de clase para que no se las lleven. Hasta los candados sacamos porque también se los roban ya llevamos comprado 18 candados a lo largo del año».
