El homicidio de Rocío Zimerman, de 11 años, perpetrado en Oberá el 4 de septiembre volvió al Juzgado de Instrucción para comenzar a recabar nuevas pruebas y encontrar al culpable. Temen que la muerte de la niña quede impune. Luego de los resultados de ADN, que desvincularon totalmente al Lucas, el adolescente de 16 años, único sospechoso por el caso, la investigación del homicidio volvería a comenzar desde cero.
En tanto la familia de la niña no soportó el dolor que tuvo que soportar desde el día que asesinar a Rocío, por lo que decidieron mudarse al municipio de Martírez.
Rosalina, la madre del único detenido por el homicidio, dijo que está «indignada» por el actuar de la justicia, ya que ella tuvo que demostrar que su «hijo era inocente». Además explicó que ella pagó cinco mil pesos para la realización del análisis de ADN, ya que si pagaba el Estado demoraría mucho.
La mujer denunció que «mi hijo fue maltratado por la policía. Mientras estuvo preso, los efectivos lo golpeaban para que confesara el crimen».
Así también, Rosalina dijo indignada que «mientras mi hijo estaba preso, el culpable andaba caminando pro la calle».
«Quiero que se limpie el nombre de mi hijo y de mi familia, porque sufrimos mucho. Lucas está con tratamiento psicológico porque quedó muy mal», dijo la mujer.
Así también aseguró que el daño no fue sólo psicológico, sino también económico, ya que «yo y mi hija estábamos trabajando en Buenos Aires y tuvimos que volver, además pagar un abogado y los análisis de ADN».
La mujer dijo que ahora está trabajando en doble turno para poder saldar las deudas.
La madre del adolescente dijo que mientras Lucas estaba en la cárcel «el padre de Rocío nos decía que tengamos fuerza, que todo se iba a solucionar, porque el sabía que él era inocente». En aquel momento duro que pasaron aseguró que «nos sentimos contenidos por la familia de Rocío».
Rosalina dijo que «la policía lo involucró porque el pasó por el lugar a las 14:30, porque iba a la casa de un compañero».
Trascendió que días pasados los investigadores solicitaron al hospital Samic un informe para ver si algún interno se había escapado.
