Crucero ganó y mira a todos desde arriba

El equipo de Pedro Dechat superó 2-0 a Textil Mandiyú como local, sigue invicto y líder en la zona 8. Gabriel Mosevich y Cristian Gutierrez, los goles.

Movedizo. Darío Olivera mostró cosas interesantes en el ataque de Crucero.

Movedizo. Darío Olivera mostró cosas interesantes en el ataque de Crucero.

Volvió a ser Crucero. Recuperó la mística, el juego y el triunfo en casa. Se aprovechó de un Mandiyú timorato, sin ideas y que nunca pudo ganar en Santa Inés. Fue 2-0 pero el resultado quedó corto, porque en el segundo tiempo, con espacios, dilapidó al menos tres ocasiones como para golear. Lo importante era volver a ganar y ganó. Mostró personalidad en casa, volumen de juego y las variantes que ensayó Dechat dieron sus resultados. Otra vez el arco invicto, la solidez defensiva y el acople de Gamarra que junto a Franco, coparon el medio.

Sobraron virtudes aún cuando la gente se impacientaba con Olivera y Ávalos, los atacantes que mandó Dechat a la cancha en lugar de los habituales Bareiro y Gutiérrez. Es que los ligeritos contribuyeron con mucha movilidad para crearle espacios a los volantes que llegaban por afuera. Cabrera y Dardo por izquierda y el tándem Mosevich-Marczuk por derecha. Chino y Oso no contribuyen con la lucha cuerpo a cuerpo de Bareiro o Gutiérrez, pero el entrenador buscaba ensanchar la cancha siempre, jugar a un toque y darle tranquilidad incluso a un impaciente Gutiérrez, casi desesperado por anotar un gol quien le volvió a marcar a Mandiyú, después de una asistencia de Ávalos en el segundo tiempo.

Cuando Crucero encuentra el primero, todo se simplifica. Aún cuando Mandiyú lo esperó y generó poco en ofensiva, el cabezazo de Mosevich a los 19 minutos, a la salida de un córner, le dio la ventaja que esperaba el local. Ejecución de Marczuk desde la derecha y el anticipo del Flaco para anotar otro gol de cabeza (sólo por esa vía marcó en el Colectivero) y nuevamente ante Mandiyú.

En la segunda parte los visitantes intentaron cambiar la imagen. Salieron Solís y Martínez e ingresaron Costanzo y Barreto. Los entrenadores del equipo correntino apostaron al atrevimiento de los jóvenes para plantear una lucha en el medio que claramente fue ganada por Crucero. Gamarra volvió con todo, manejó los tiempos del equipo, se asoció muy bien con Franco en la recuperación y le dio libertad a Marczuk para que juegue en su verdadero puesto de volante por la derecha.

Así nació el segundo, con Franco recuperando y lanzándose al ataque hasta que fue parado en seco por un defensor de Mandiyú con un codazo que le rompió la cara (tuvo que ser reemplazado por Brítez) y el árbitro no cobró nada, pero en el rebote salió una rápida cesión para Ávalos, quien cuando pisó el área, le sirvió el gol a Gutiérrez para anotar el segundo y asegurar la ventaja a los 20 del segundo tiempo.

El equipo de Pedro Dechat sigue puntero, invicto y se aleja en la zona 8.

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