La voz de alerta del Obispo de Posadas

En una semana histórica en el mundo por el resultado de las elecciones en los Estados Unidos, en Misiones el ritmo de los acontecimientos, con la visita de la presidente de la Nación, Cristina Fernández, resultó también extremadamente dinámico.

Tanta acción contribuyó a opacar en materia de repercusiones, una de las más serias denuncias y advertencias efectuadas por Juan Rubén Martínez desde que está al frente de la Diócesis de Posadas.

«…Quiero hacer referencia a un tema que seguramente es uno de los más graves que nos toca sobrellevar y claramente es un flagelo que forma parte de la anticultura de la muerte, que es la droga. Este mal que va creciendo a pasos agigantados en nuestra Patria, que está descontrolado, que genera silencios y miedos, y que nos tiene sumergidos a los ciudadanos como «meros espectadores» de algo que nos hace sentir que estamos vencidos, porque en este tema parece que nadie quiere «poner cascabel al gato».

Parece normal, y esto es gravísimo, que quien quiera meterse a luchar «contra la droga» se expone a amenazas personales o a su familia, cuando no a perder la propia vida…», alertó el prelado, conmovido por los relatos de distintos sucesos ocurridos en la provincia, que décadas atrás resultaban impensables.

«Por la gravedad que el problema de la droga tiene en nuestra Patria y en nuestra Provincia, es necesario que se adopten políticas públicas y se tome la lucha contra este flagelo social como una cuestión de Estado», advirtió.

Martínez fue por más: «Tenemos conciencia que estamos ante un mal que implica a sectores muy influyentes de la vida pública y privada, y que el tratamiento de este tema genera silencios que pueden desanimarnos.

Cada tanto parece que nos conformamos cuando se encuentra alguna carga de droga, pero tenemos la certeza que esto es absolutamente insuficiente», sentenció.

Lo dicho anteriormente. El vértigo informativo de la semana, Obama, Cristina, Maradona, River, Boca, contribuyeron a respaldar el silencio del que habla el Obispo.

La gravedad del tema, amerita análisis y pronunciamientos que la Igesia ha comenzado a reclamar públicamente a la sociedad.

Mucha carga de drogas NN, sin arrestos, responsables de combatir a los narcos que aparecen implicados, diferencias abismales en el tratamiento que da la Justicia encargada de abordar el tema dependiendo del juzgado en el que caigan las causas, relatos de sucesos que superan lo imaginable en una provincia habituada a la tranquilidad que da la lejanía de las grandes urbes, empiezan a repetirse demasiado.

La voz de alerta del obispo, merece -y necesita por parte de nuestra sociedad-, de otras voces que se manifiesten y ocupen en el mismo sentido.

No debe nadie acostumbrarse ni a los hechos negativos, ni al silencio cómplice o temeroso.

Semejante desafío enfrente explica por qué causó estupor en la comunidad católica la denuncia mediática del estilista Jorge Wells, que en medio de un programa televisivo cuando se debatían otros temas, lanzó que siendo joven fue abusado por un cura.

La prensa repreguntó, Wells insistió en sus dichos, pero en rigor nunca profundizó su denuncia, ni ante los medios, y peor aún, tampoco lo hizo ante la Justicia.

Demasiado grave serían las acusaciones de Wells de resultar ciertas. Pero sembrar sospechas generalizadas, sin dar nombres ni recurrir a la Justicia, resulta un accionar irresponsable que sólo sirve para menoscabar el rol de una de las instituciones más prestigiosas de nuestra sociedad, y de los hombres que la integran.

Hasta tanto el estilista no ratifique sus dichos mediáticos en la Justicia, como debe ser, sus declaraciones son palabras que al menos por el momento, se diluyen en una liviandad que no debería siquiera rozar un tema de esta naturaleza, y menos aún afectar ni poner en duda el accionar de los hombres y mujeres de la Diócesis de Posadas.

El alerta del Obispo a toda la sociedad por el flagelo de la droga, no debería ser tapado ni diluido por polémica mediática alguna.

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