San Ignacio: Acordaron la venta de la maquinaria de Fiyoint

Los ex obreros de la maderera Fiyoint acordaron con los directivos de la firma, la venta de la maquinaria de la planta industrial de San Ignacio. Con la medida, se buscará saldar parte de la deuda en concepto de sueldos e indemnizaciones que la empresa mantiene con el personal.

Se pondrán a la venta cerca de diez máquinas, entre las que se encuentran dos cepilladoras, grúas, moldureras y rodados, que tienen un valor aproximado de 1.400.000 de pesos.

«Buscamos llegar a un consenso con la empresa porque la otra salida era ir a juicio. Esto iba llevar su tiempo y también demandaría un costo que no estamos en condiciones de afrontar. Por esa razón priorizamos el consenso y acordamos el traspaso de esas máquinas», explicó el delegado del personal, Daniel Rodríguez.

Según explicó ex empleado de Fiyoint, con los ingresos que se pueden llegar a obtener con las ventas, se alcanzará a saldar aproximadamente el 50 por ciento de la deuda.

«Lo que ingrese servirá para saldar una parte de los tres meses de sueldo y las indemnizaciones de los 120 obreros despedidos. Más adelante buscaremos otra manera de conseguir el dinero restante», indicó Rodríguez.

En ese sentido, destacó que las máquinas que se comercializarán tienen una importante demanda en el mercado y ya se acercaron varios interesados. «Hemos negociado que la firma nos traspase las máquinas livianas, que son las más fáciles de transportar y para las cuales ya buscamos compradores», señaló.

Por otra parte, explicó que los ex empleados continuarán acampando enfrente de la planta industrial de San Ignacio, sobre la ruta 12, hasta que se concreten las ventas. «No descuidaremos la fábrica y las máquinas, por lo que nos quedaremos hasta que comercialicemos todos los equipos», agregó Rodríguez.

Producto de la crisis

La maderera Fiyoint cerró hace más de dos meses después de sufrir la caída en la exportación a Estados Unidos, su único mercado. Ante esta situación, los 120 obreros de la fábrica de San Ignacio fueron despedidos.

Desde que fueron notificados del despido, los obreros armaron un campamento frente a la planta industrial, reclamando el pago del sueldo de los tres últimos meses y las indemnizaciones.

Para buscar una salida al conflicto, se evaluó diferentes alternativas para reactivar la fábrica, como la posibilidad de que la planta industrial sea administrada por los obreros, mediante la conformación de una cooperativa.

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