El ex gobernador Miguel Ángel Alterach fue quien tuvo que dar el sillón a los militares. Ricardo Barrios Arrechea, el primer gobernador de la democracia recuperada. Julio Humada extraña los códigos de la política.
Alterach: «Hay que festejar la democracia»
Miguel Ángel Alterach fue el gobernador depuesto el 24 de marzo de 1976. Hoy dice que hay que «celebrar la democracia» recuperada siete años después, hace 25 años.
¿Qué análisis hace de estos años de democracia?
Tengo el recuerdo ingrato de la interrupción del proceso institucional del país, de haberme tenido que sentar a charlar por la toma del poder de los militares. Recuerdo ingratamente esa fecha porque cayó sobre mí esa responsabilidad por eso hoy me parece muy bien que se festeje, que se ponga énfasis en este proceso para que las nuevas generaciones vean y sientan lo que significa sensibilizarse con la democracia y dejar atrás ese pasado que llenó de vergüenza al país.
¿Cómo fue el momento de intervención militar?
El 24 de marzo de 1976 a las 3 de la mañana recibo un llamado telefónico. Hablaba el coronel Antonio Beltrameti que era el comandante de las tropas. Él me dice: «Mira Toto tengo ingratamente que decirte que tengo instrucciones especiales de Buenos Aires y tengo que charlar con vos, vení a la Casa de Gobierno yo ya estoy acá». Ellos ya se habían instalado como dueños absolutos. Llego a la Casa de Gobierno totalmente iluminada, ingreso al salón donde yo tenia mi despacho y ahí encuentro a toda la oficialidad y del otro lado en otro salón estaban los suboficiales que apoyaban el golpe. Beltrameti me dice que renuncie. Yo pego un salto y me pongo en el centro para que los oficiales me escuchen y les digo: «Señores el coronel Beltrameti acaba de pedirme la renuncia, yo fui electo por el pueblo, no renuncio porque yo fui elegido democráticamente. Termina eso y me acompaña hasta la puerta. Salí con la dignidad de un ciudadano que ha cumplido su deber. Con el reencuentro de la democracia con (Raúl) Alfonsín y cuando se reestructuran los mecanismos institucionales se comienzan a respirar otros aires donde la gente otra vez se da cuenta del compromiso que tiene para encarar el futuro.
¿Cuales fueron los logros en estos 25 años y que falta?
Para alcanzar el objetivo final falta algo siempre, pero creo que se consiguieron infinidades de cosas. Tal vez muchas cosas quedaron pendientes, no se corrigieron porque fue un periodo breve en relación a lo que es la historia de un país integral pero suficiente para comprender muchas cosas. Lo importante es que todos fueron dándose cuanta de lo que dejaron atrás para que nunca más vuelva a ocurrir. Hay que esforzarse por perfeccionar la política. Yo soy docente de alma vivo predicando, soy político iniciador y fundador de esta provincia porque me encarné en la provincia actuando para promover las instituciones.
«25 años ininterrumpidos son un éxito fenomenal»
icardo Barrios Arrechea fue el primer gobernador tras la recuperación de la democracia. Junto a Raúl Alfonsín, fue uno de los dirigentes radicales que asumieron el desafío del primer gobierno civil en muchos años. Pero antes ya había padecido de los sinsabores de la política. Fue candidato en 1973, cuando perdió ante el peronista Juan Manuel Irrazábal, fallecido meses después y en 1975, ante el también justicialista Miguel Ángel Alterach, quien tuvo que entregar el poder a los militares en 1976.
¿Se cumplieron las expectativas con la democracia?
«Depende un poco de la edad en que se enfoque el problema. Para los que vivimos antes del 83, todo el tiempo de golpes militares, gobiernos que no completaban su mandato, el hecho de que se hayan cumplido 25 ininterrumpidos de democracia en 200 años de historia argentina, es un éxito fenomenal. Jamás lo hubiésemos pensado, aunque lo queríamos, que eso iba a suceder, cuando en la historia anterior, pocos gobiernos terminaron su mandato.
Para los jóvenes, diría que no. Había más expectativa de una democracia mejor, que quizás arrancó con más calidad institucional y transparencia. Pero después empezó la decadencia democrática, hay poca división de poderes, los partidos políticos están en su mínima expresión. No hay confianza en los dirigentes actuales.
¿Cuál es el balance?
El balance es a favor, pero otra falencia grave de la Argentina es que no hay rumbos definidos y no hay continuidad en políticas estatales. Eso es muy dañino. Especialmente en Misiones.
Ahora la democracia es como un derecho adquirido. Y la primera responsabilidad de la dirigencia. Pero también de la sociedad que no castiga, debiera participar más, ser más protagonista de la democracia. Nos agotamos en los piquetes, cada uno va detrás de la cuestión pequeña y no del bien común.
¿Y cumplió sus expectativas?
Voy a ser poco modesto. Cuando asumí dije que Misiones debería ser agraria, industrializarla, turística, forestoindustria y la energía. Urugua-í
Hoy vivimos de eso. Como espina, me quedaron ganas de ser gobernador. Me presenté en dos oportunidades otra vez y fracasé. No fui candidato solo en 83, sino que fui en 1973 contra Irrazábal y en el 75, después de su fallecimiento, contra Toto Alterach.
¿Un consejo?
Mi consejo, sin personalizar, es que el gobernador tenga cada día bien claro el conocimiento de qué tarea debe hacerse, con objetivos de gobierno. Creo que el gobernador Maurice Closs lo tiene claro, por lo menos así lo hizo saber en su discurso de asunción. Pero hay que tener buenos gerentes, ministros que estén a la altura.
«Antes había códigos», dice Humada
El ex gobernador Julio Humada sostuvo que «el mensaje es que a partir del año 83, cuando gana Alfonsín hubo tremendos cambios en la Argentina, como también en la política, tanto en el peronismo como en el radicalismo. Nosotros tuvimos la suerte de una política romántica donde había códigos y se respetaban las ideas. Desgraciadamente a partir de la década del ’90 se perdió. Por lo cual estoy orgulloso de haber pertenecido a una generación de la política romántica, que tenía códigos y éticas.»
Humada expresó que «estando en Apóstoles tuve más ánimo de seguir trabajando en política para presentarme en el año ’87 y ganar. Fuí el único candidato a gobernador en el país que perdió en el año 83 y volvió a presentarse en el 87 y ganó. Estoy orgulloso de haber contribuido al peronismo de la afirmación en su momento, en el año 83».
Humada consideró que se maduró en estos 25 años. «Pueden ser buenos candidatos, con propuestas muy buenas, pero si no son creíbles, no los votan. Es importantísima la credibilidad y las buenas propuestas. Nosotros trabajamos por la gente, por eso Barrios Arrechea y yo podemos caminar tranquilamente por las calles de Posadas. Es fácil entrar en la política, tener un cargo, pero lo que cuesta es salir. Si vos no cumpliste con lo que dijiste, la gente nunca mas te vota.»
Por último, el veterano dirigente peronista abogó para que «dentro del partido, llamen a internas y que los afiliados voten, para tener mejores candidatos».
«La debemos defender entre todos», dice la vicegobernadora
l barrio San Jorge de Posadas fue el escenario de entrega de 24 viviendas construidas mediante convenio entre el Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional y la Asociación Jardín de los Niños. En la oportunidad la vicegobernadora Sandra Giménez destacó el esfuerzo y la solidaridad de quienes hoy habitan las casas y pidió seguir ese ejemplo para continuar creciendo dentro de una sociedad que desde hace 25 años convive en democracia.
«Pasamos del enfrentamiento y del reclamo vano, a la construcción y la puesta en valor de lo que podemos hacer con nuestras manos, creo que este tiempo de democracia nos encuentra a los misioneros muy maduros y en un escenario que tenemos que rescatar por momentos inestable e incierto que amerita la responsabilidad política de los que estamos hoy siendo gobierno y conducción de esta provincia, de los que están hoy siendo opositores para no perder esto sagrado, esto valiosísimo esto puramente popular que es nuestra sana democracia misionera», indicó la vicegobernadora en su discurso.
Afirmó que desde el Gobierno están concientes de «las grandes deudas pendientes, de que la pobreza no se fue de Misiones, que la salud no es la mejor para todos, que la educación sigue siendo la herramienta más valiosa» y «pidió un espíritu superador.»
«Debemos entender que la superación comienza en uno mismo, no hay manos mágicas, no hay gestores hay solamente voluntad, esperanza, compromiso y esfuerzo como esas familias que hoy pueden festejar que entran a su casa después de haberlas construido con sus propias manos».
Cultura del esfuerzo
Giménez dedicó gran parte de su discurso a pedir que tanto quienes tienen la responsabilidad de ser Gobierno como la sociedad en su conjunto trabajen para dejar a las futuras generaciones «la cultura del esfuerzo y la solidaridad dejando de lado las peleas y el odio».
«El desafío de crecer más no lo lleva cualquiera adelante, es más fácil pelearse, perder la paciencia, es más fácil odiar. Es más difícil ser solidario y es mucho más difícil con lo poco que uno tiene. Por eso es valioso lo que estamos inaugurando porque se compartieron esperanzas dolores y tristezas y de eso nació y se parió un proceso de unidad. Nosotros sabemos que nos falta mucho para resolver cosas y hay cosas que se pueden resolver más pronto pero depende que nos pongamos de acuerdo, hay una cosa que no podemos hacer solos y es sostener la democracia, la democracia la sostenemos todos juntos los dirigentes políticos, los dirigentes sociales, los dirigentes sindicales pero por sobre todo la mejoran, la corrigen, la modifican el pueblo en su conjunto participando y corrigiéndonos a cada uno de nosotros».
