Pensaban que estaba muerto, pero lo hallaron sano y salvo

El niño se había perdido, después de caminar por el monte llegó a una casa en Guaraní.

Fue visto por última vez, por su amigos cuando cayó a las aguas del arroyo Tacuara, ubicado en la Colonía Picada Itatí de Alem. Los demás niños intentaron salvarlo, pero no pudieron. Creyeron que estaba muerto, pero ayer lo encontraron sano y salvo. Su madre estalló en alegría al ver a Ángel llegar de nuevo a su casa.

Ángel Daniel Da Silva, de 13 años, había ido a pescar el pasado domingo anterior con unos amigos de su misma edad, al costado del puente del arroyo Tacuara, ubicado en la Colonía Picada Itatí de Leandro N. Alem.

Su madre, Nélida Beatriz Martinez, se acercó el lunes a la comisaría para realizar al denuncia de su desparición. En forma inmediata la Unidad Regional local, montó un amplio operativo de búsqueda afectando a más de 50 efectivos policiales, quienes con la colaboración del personal de los bomberos voluntarios de Alem, concurrieron al lugar, debido a la alarmante creciente que evidenciaba el arroyo, motivo de las copiosas lluvias recibidas.

La respuesta de los otros jóvenes era que Daniel había caído al arroyo, y que pese a los esfuerzos de los amigos, no pudieron sacarlo, y que presumían que había muerto ahogado y arrastrado por la corriente del arroyo, situación ésta que obligó a replantear a los policías el operativo de búsqueda iniciado en horas de la tarde.

El martes, más de 60 efectivos policiales se abocaron a la búsqueda, y pese a lo caudaloso del arroyo debido a las lluvias, sectorizó el lugar y comenzaron un minuciosa búsqueda por las orillas y por el cauce del arroyo, desde el mismo lugar de su desaparición hasta su desembocadura en el arroyo Mártires. La desesperación iba ganando lugar y no faltaban los que auguraban que no había más esperanzas y que había que buscarlo «ya sin vida».

Se convocó a los vecinos y hasta el Intendente de Caa Yarí se sumó a la búsqueda, desplegando a gran parte de su gente en el lugar.

Ayer, cuando las esperanzas ya no existían de hallarlo con vida y que sus familiares se acostumbraron a esa idea, pese a que su madre, se aferraba a Dios, ya que en su interior aún abrigaba la esperanza de hallarlo vivo, fue hallado en la casa de la familia Valenzuela, ubicada en el barrio Oleaga en la zona rural de Guaraní. El niño manifestó que hacen unos cuatro días salió de su casa para ir a pescar a un arroyo y se había perdido, después caminó por el monte y así llegó hasta ese lugar.

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