El radicalismo de Puerto Iguazú organiza para hoy a las 11, un acto en el Concejo Deliberante para conmemorar los 25 años del retorno de la Democracia. El concejal de la UCR, Horacio Spallanzani hizo la siguiente recordación:
«25 años de democracia para siempre»
» Han pasado 25 años desde que los ciudadanos recuperamos esa condición y ejercimos el acto fundamental del voto popular del cual surgen el gobierno y nuestros representantes; por eso elegimos el 30 de octubre y no la de asunción de las autoridades electas el 10 de diciembre, como la fecha clave para esta conmemoración, luego de años de dictadura y décadas de quiebre de la vigencia de la Constitución y las Instituciones de la República.
Nos sirve esta rememoración para hacer una mirada retrospectiva de los acontecimientos de la historia, pero también para ver nuestro presente y trabajar por el futuro.
El retorno a la democracia no fue el producto de una revolución o acción violenta; el agotamiento del modelo autoritario por falta de una base legal, moral, social y económica; tuvo su golpe de gracia con el fracaso de la aventura bélica de Malvinas. La sociedad estaba fuertemente comprometida con el retorno de la legalidad, cansada de la violencia que predomino en la década anterior.
Cuando Alfonsín recitaba el Preámbulo de la Constitución en la campaña electoral, reflejaba las aspiraciones de libertad, justicia, revalorización de las Instituciones y rechazo de la violencia como método de imposición de las ideas y resolución de los conflictos.
El contexto internacional no acompañó las expectativas de desarrollo económico. Pronto comprobaríamos que la frase de Alfonsín cuando decía «con la democracia se come, se educa y se cura» era incompleta; se trata de una condición necesaria pero no suficiente.
Pero si un rol fundamental debía cumplir ese gobierno, lo cumplió: asegurar la continuidad democrática para la posteridad, convocar a la unión de los argentinos y dar respuesta ante la sociedad y el mundo, por la gravísima violación de los derechos humanos durante la dictadura, aunque en realidad había comenzado antes.
De la primera cuestión da fe la historia; a pesar de graves crisis, económicas, políticas y sociales, el orden constitucional siguió vigente.
Las antinomias que dominaron la mayor parte del siglo pasado parecían algo superado hasta que el actual gobierno se empeñó en reeditarlas.
La acción en pos de la verdad, la justicia y la condena de los crímenes de la dictadura, marcaron un hito inédito y sin parangón en el mundo; cuando la CoNaDep presidida por Ernesto Sábato produjo su sentencia inapelable con el informe que llevo por título «Nunca Más» y los máximos jefes de la dictadura y del terrorismo fueron apresados, juzgados y condenados; lo hizo el poder civil solo armado con la ley, frente a quienes todavía ostentaban las armas.
Esta continuidad democrática a lo largo de un cuarto de siglo, no se vio reflejada en el fortalecimiento de las instituciones republicanas; por el contrario el descrédito de los poderes del estado alcanzó además a los partidos políticos. La situación fue aprovechada por los que transformaron la política en un negocio particular, muchas veces con métodos mafiosos.
Nos queda un arduo camino para recuperar la confianza de la sociedad, no en algún hombre, sino en las instituciones de la república; los partidos políticos, como herramienta de esa sociedad, tienen un rol fundamental que cumplir para recuperar la mística del 83 y volcarla en políticas de estado que signifiquen el desarrollo armónico de un pueblo, sin excluidos, con justicia y libertad.
Pero hoy podemos decir que cumplimos 25 años en democracia para siempre, que no es poco».
