Manuel Riera, especialista en pediatría y evaluador nacional de entidades de Salud.Advierte que la crisis financiera golpeará fuerte en la salud por los insumos en dólares. Dijo que ya se siente un parate en algunas áreas.
Manuel Riera tiene seis masters en distintas ramas de la medicina y uno de los evaluadores nacionales de entidades de salud, además de director médico de un sanatorio de Posadas. Desde su perspectiva la crisis financiera golpeará fuerte en el sistema de salud del país.
¿Cómo va a incidir la crisis financiera en la salud?
En los insumos, porque el valor de los elementos de alta complejidad está dolarizado y si bien no se mueve tanto el dólar, se dificulta poder adquirir esos productos. En nuestro caso estamos teniendo inconvenientes hasta con la producción de suero. El problema no es que no podamos comprar sino que los proveedores no lo están fabricando, o no lo distribuyen esperando que se redefina la situación del mercado. Entonces nosotros tenemos que ir acopiando medicamentos porque corremos el riesgo de quedarnos sin stock adecuado.
¿Hay empresas nacionales que puedan fabricar estos productos?
Si, pero también las empresas nacionales están atravesando una situación crítica y seguramente van a tener que achicar su plantel , reducir su personal. Es lo mismo que sucede en otros rubros, y las empresas están apuntando a lo que hacen otras en estos casos que es recortar el personal. Esto también, se va a trasladar a las empresas de medicina prepaga y a la seguridad social, va a haber una disminución de afiliados en las obras sociales. Y cuando se quedan sin cobertura de salud, deberán ser absorbidos por el área pública, que tiene los mismos avatares que tiene el sector privado. Por ello creo que este contexto necesita de una articulación de lo público y lo privado.
Desde el gobierno se convocó a una concertación del sector…
Sí, hay reuniones en las que se acuerdan parámetros de seguimiento y partimos de la base que la salud es una, aunque hay un sector privado y otro público, para poder garantizar la cobertura básica sanitaria para cualquier persona. No se concibe que haya un tipo de salud diferenciada. Apuntamos a gestionar las políticas en forma conjunta y no independiente.
Por ello consideramos que la Salud pública debe apuntar a la Atención Primaria de la Salud para evitar la enfermedad, y que el Hospital debe encargarse de la mediana, alta complejidad y especialidades. Lo demás debe ser distribuído por los centros de atención periférica, y para ello deben disponer de los recursos.
También me parece muy importante la municipalización de la salud, es una buena idea y una buena política, pero hay que optimizarla. Si el esfuerzo conjunto entre las municipalidades y el gobierno provincial genera un ámbito donde se pueda atender el 80 por ciento de la población y descentralizar la atención, eso sería muy bueno. Considero que se debe formar a los recursos humanos y darles una buena remuneración. Por ahí los profesionales encuentran más reconocimiento en el área privada que en la pública, por eso no es casualidad que un sanatorio como el Boratti tenga al 95 por ciento de sus enfermeros con el título de licenciados. Pero tenemos que apuntar que lo que nos pasa a nosotros también le pase al Estado.
¿Cómo impacta en el proyecto de ampliación del Boratti la situación financiera actual?
Hoy tenemos internados en nuestra área de neonatología a 18 bebés, que es la máxima capacidad que tiene el sanatorio, y las plazas en Posadas son insuficientes, porque no hay relación entre las plazas existentes para albergar a pacientes en estas condiciones. Ha pasado que no se encuentre ninguna incubadora en toda la ciudad de Posadas, ni en el sector público ni en el privado. Así trabajamos, al límite, por ello seguiremos con el proyecto del área de neonatología para fines del año 2009 para incorporar unas 22 plazas al sector. De todas maneras, la concreción del proyecto va a depender del contexto económico, porque no podemos comprometernos a pagar algo que no podamos cumplir.
Diez mil niños
Riera se recibió de médico en 1979 y en cinco años completó la especialidad en Pediatría. «Ahí empecé a desarrollar mi actividad en el ámbito privado y público. En los primeros años me dedicaba a los dos, y desde hace un tiempo exclusivamente al ámbito privado. Y con una particularidad, que es la que algunos pediatras hacemos que es recepcionar a los recién nacidos, en el acto final de lo que es la concepción, el embarazo y la llegada del bebé. El 17 de julio asistí al bebé número diez mil, creo que es una cifra importante y porqué creo que es importante, porque la mayoría de los pediatras hacemos esto durante un tiempo, luego uno opta por una cosa más tranquila, con menos adrenalina. Yo tengo la particularidad de continuar en esto, ahora ya superamos los diez mil, con ganas, como siempre y tratando de cumplir con esta misión que creo es importante que es traer vida», asegura.
Con su experiencia ¿Cómo ve la pediatría tanto en el área privada como pública en la provincia?
Pediatría es un área crítica en salud tanto en el área pública como privada en la Provincia, la cantidad de especialistas no es suficiente. En Posadas los pediatras que hay no dan abasto o no se consigue la cantidad de profesionales para cubrir las guardias en la ciudad. Nosotros tenemos dos o tres sanatorios donde hay guardia pediátrica permanente y el hospital de Pediatría que siempre lo tuvo, pero más allá de la buena o no remuneración que uno pueda darle, el problema pasa porque quizás la oferta global que tenga el profesional lo hace emigrar hacia otros lugares.
¿Hay especialistas que optan por otras ciudades?
Si, hay especialistas que recién se reciben o con el afán de prosperar buscan otros horizontes donde tienen un paquete más completo, un cargo full time con otros beneficios que le pueden dar, y generalmente eso ocurre en el Sur del País.
Nosotros hemos tenido entre el año pasado y este un gran número de médicos que han emigrado al Sur, a lugares como Comodoro Rivadavia, Esquel y Neuquén.
Aparentemente las condiciones de trabajo son mejores que las que podemos ofrecer en Misiones, tanto en el ámbito privado como público.
Como director médico del sanatorio Boratti ¿Cómo los afectó la migración de profesionales?
Nos cuesta mucho poder cumplir con las guardias, y la formación del recurso humano nuevo lleva mucho tiempo. Nosotros tuvimos dificultad y cuesta también sostenerlo. Y lógicamente el recurso cuando puso esfuerzo y empeño en desarrollar su capacidad pretende una remuneración adecuada. Hoy con los avatares que tenemos se va a hacer más difícil. Porque en el ámbito de la salud lo que incide es el insumo, el medicamento, el material descartable, las prótesis, todo eso tiene un costo y con la crisis que estamos viviendo en este momento va a incidir negativamente en el sector.
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