Liberan un ocelote en una reserva de la empresa Alto Paraná

Se trata de un ejemplar de unos 15 kilogramos y cuatro años de vida que había sido atropellado. Fue rescatado y devuelto a su hábitat por profesionales de la organización Güirá Oga.

Un ocelote grande, de unos 15 kilogramos aproximadamente y cuatro años de vida, fue liberado días atrás en el área denominada El Perobal de la reserva San Jorge, perteneciente a la empresa forestal Alto Paraná SA (Apsa), por ser un considerado como uno de los lugares más adecuados para la reinserción del felino a su hábitat natural por los directivos de la organización ambiental y conservacionista Güirá Oga.

De la liberación participaron el director de Conservación y Manejo de Fauna de Güirá Oga, Jorge Anfuso, el veterinario de la organización, el director General del Parque Ecológico El Puma (Candelaria), Miguel Rinas, y por parte de la empresa Alto Paraná SA, la jefa de Gestión Ambiental del área Forestal, Patricia Stopp, y el supervisor José Sáenz.

El animal había sido atropellado al intentar cruzar la Ruta 12 frente a la estación de servicio que se encuentra a metro de la rotonda de ingreso a Puerto Libertad (Misiones), tras lo cual el conductor que protagonizó el accidente denunció lo ocurrido a la policía provincial, quienes llevaron el animal a los guardaparques del Parque Provincial Península y, estos últimos, se contactan con Güirá Oga para poder brindarle la atención correspondiente.

«El ocelote tenía varias heridas importantes en la cabeza y lesiones en el torso, además de un colmillo roto, por lo que llamamos a nuestro veterinario quien evaluó el daño recibido por el animal y le realizó las primeras curaciones y suturas», explicó el director de Conservación y Manejo de Fauna de Güirá Oga, Jorge Anfuso.

A lo cual agregó que «también se notó que había sangrado por el colmillo roto, por lo cual se le hizo un tratamiento de conducto y se le reconstituyó la pieza dental para que pueda volver a cazar y comer, y se le dieron antiinflamatorios para lograr una recuperación, dado que además presentaba fuertes dolores musculares».

El ocelote había ingresado a la organización conservacionista el 19 de julio pasado, y luego de varios meses de recuperación, pruebas y trabajos para que no pierda su instinto de supervivencia en el medio salvaje, tres meses más tarde fue devuelto a su hábitat en una de las áreas de preservación más importantes de la región.

Tanto Anfuso como Rinas coincidieron en que El Perobal, dentro de la reserva San Jorge, era el lugar más indicado para devolver al ocelote a su hábitat natural porque es un macizo de unas 16.500 hectáreas en estricto estado de conservación «que está alejado de las rutas y tiene un rol fundamental en la conectividad del Parque Nacional Iguazú con el Parque Provincial Urugua-í».

Política ambiental

Cabe destacar que Alto Paraná posee unas 64.863 ha destinadas a la protección e interconexión de áreas, conformadas por bosques protectores y fajas ecológicas respectivamente, además de 45.412 ha de Bosque Nativo identificadas como bosques de alto valor de conservación (BAVC), distribuidas en cinco áreas: Reserva Forestal San Jorge (16.580 ha), el bloque mayor y el bloque de Araucaria Nativa del área Los Palmitos (2.108 ha), Predio del Valle del Arroyo Alegría (8.552 ha), el área Piray-San Pedro (17.400 ha) y Biosfera Yabotí (772 ha), comprendiendo de esta manera más de 110 mil hectáreas en conservación dentro de su patrimonio y bajo estricto cuidado de guardaparques a través de una empresa de servicios contratada a los efectos.

Mayor conciencia

Por otra parte, Anfuso alertó sobre la gravedad de la situación, «son especies en riesgo, y pese a que los automovilistas saben que hay zonas en las rutas misioneras donde suelen cruzar este tipo de animales, así como los ositos meleros y otros, igual no reducen la velocidad e, incluso, algunos lo hacen deliberadamente. En menos de un año recibimos tres ocelotes heridos en accidentes que, por suerte, pudimos rescatar y devolver a su ambiente natural, pero que se tenga conocimiento, murieron al menos otros cinco y dos pumas».

En ese sentido destacó la actitud del automovilista «gracias a que rápidamente informó del accidente a la policía y que, de ahí en más, todas las gestiones se hicieron en tiempos prudenciales se pudo salvar al ocelote».

«Lo primero que tiene que hacer alguien cuando atropella a un animal en la ruta es informar a las autoridad pero no tocar ni intentar trasladarlo por su cuenta porque no sólo puede comprometer más aún la situación del espécimen atropellado, sino que debe recordad que son animales salvajes que, heridos, también pueden atacarlo», resaltó Anfuso.

Por eso, recomendó que «ante un caso de estos lo primero que se debe hacer es informar a las fuerzas de seguridad, o bien comunicarse con Güirá Oga al (03757) 423980, nosotros atendemos las 24 horas y en especial para hacer estos rescates», en tanto que Rinas concluyó que «también pueden llamar al 105 que es la línea ambiental, habilitada para estos casos».

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