Avanza el tratamiento de las iniciativas de estampillado y de envasado en origen y se sumó una de control de pesaje. La regulación de la actividad yerbatera aparece por estos días como el tema central de debate para los diputados provinciales. En ese plan, la comisión de Desarrollo Agrícola rescató dos proyectos que habían sido presentados en mayo pasado: a saber el de estampillado provincial, de autoría de Orlando Schuster y el de envasado en origen, de Héctor Bárbaro. A estos expedientes se sumó ayer uno que propone instalar controles de pesaje, para toda la producción que salga de la provincia.
El más ambicioso de los proyectos es el Schuster, cuya aprobación implicaría la instrumentación de un sistema de comercialización de hoja verde y canchada estrictamente regulado por el Estado. Dicha iniciativa volverá a ser analizada en comisión el martes próximo, junto a la de envasado en origen.
En tanto que el proyecto de control de pesaje, presentado por el renovador Felipe Redczuc, propone pesar la carga de los camiones con yerba que salgan de la provincia a efectos de constatar que no se esté trasladando más cantidad que la indicada en la documentación. Así se evitaría la salida de yerba vendida en negro.
La reacción del empresariado no se hizo esperar. El único proyecto que no genera resistencia desde ese sector es el de control de pesaje, mientras que los dos restantes son duramente criticados.
El más cuestionado, es el proyecto de Schuster, ya que -según coincidieron fuentes del sector como el dirigente de la industria, Roberto Montechiesi y el de cooperativas, Raúl Karaben- otorgaría una ventaja abismal a los grandes molinos integrados (los que tienen capacidad de producción de hoja verde y de secado).
Respecto al proyecto de envasado en origen, cuestionan que sacaría del mercado provincial a los molinos correntinos que son compradores de materia prima misionera, lo que incrementaría los riesgos de una sobre oferta de hoja verde.
