La forestoindustria y el transporte sufren la crisis financiera mundial

Las ventas al exterior de madera aserrada vienen en retroceso en los dos últimos años. La retracción de ese sector se trasladó al transporte, cuya actividad cayó 20% en un año. Consideraron que la crisis se profundizará en los próximos años

Referentes empresarios y técnicos del medio provincial analizaron en el programa Debate Sobre el Futuro, de qué modo afecta a la economía provincial, la fuerte crisis que atraviesa el sistema financiero mundial. La forestoindustria aparece como el rubro más desfavorecido y con él arrastra al transporte de cargas, altamente dependiente de esta industria. Otras producciónes del agro, como el tabaco y la yerba, hasta ahora no fueron afectados.

Según explicó Rubén Kolln, presidente de la regional Nea de la Asociación Forestal Argentina (Afoa), las exportaciones de madera aserrada y tableros de madera vienen en franca caída ya desde hace dos años. En este rubro, la crisis internacional impactó de lleno, ya que el principal cliente para los mencionados productos es el sector de la construcción de Estados Unidos, actividad que está virtualmente paralizada.

Kolln explicó que se buscaron mercados alternativos para compensar la caída de la demanda de Estados Unidos, pero ni en Europa, ni en Asia encontraron clientes de similar relevancia.

Distinta es la situación del mercado de papel y pasta celulósica, productos que aún mentienen una fuerte demanda y precios sostenidos.

La retracción de la demanda de madera se tradujo en una caída en la demanda de fletes, situación que se tradujo en una caída de 20 por ciento en un año de la actividad del transporte de cargas, según estimó el empresario Claudio Wipplinger.

De su lado, la gerente de la Cámara de Comercio Exterior de Misiones (Cacexmi), Ana Luz Celman, resaltó que el sector exportador de todo el país enfrenta un escenario complejo, ya que los efectos negativos de la crisis financiera mundial vienen a sumarse a una pérdida progresiva de competitividad dado por el achicamiento de la brecha cambiaria.

Celman explicó que la constante suba que registraron los costos de producción en Argentina en los últimos años, terminaron limando la ventaja que habían ganado los exportadores con la caída de la convertibilidad.

Consideró que para evitar mayores males, el Gobierno debería controlar la inflación y apoyar las iniciativas empresarias destinadas a agregar valor a la producción.

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