El coordinador del programa Selva Paranaense de la Fundación Vida Silvestre Argentina, Manuel Jaramillo, expuso una crítica mirada sobre la compleja situación ambiental de la provincia, aunque consideró que «existe un balance entre las amenazas y las oportunidades».
El coordinador del Programa Selva Paranaense de la Fundación Vida Silvestre Argentina, Manuel Jaramillo, expuso en una entrevista con Valor Ambiental una crítica mirada sobre la compleja situación ambiental de la provincia, aunque consideró que «existe un balance entre las amenazas y las oportunidades, lo que hace muy interesante trabajar en conservación en la provincia», expresó.
Entre las amenazas que existen, señaló en primer lugar el avanzado proceso de deforestación de la selva «consecuencia del cambio en el uso del bosque con destino a las actividades productivas, como ser la ganadería, la agricultura y desde hace un tiempo -con una presión a menor escala en la actualidad- las plantaciones forestales de especies exóticas, pino y eucalipto».
Sobre este último, sostuvo que el avance de las plantaciones forestales en la provincia se generó básicamente por una cuestión de mercado. Con el tiempo este mercado logro estabilizarse, generando una menor demanda en áreas para realizar cultivos de pino, pero por otro lado, fue creciendo la expansión ganadera, pasando a convertirse en la actualidad la principal amenaza para la selva misionera.
En este sentido, el especialista agregó que «la existencia de promociones como el Plan Ganadero Provincial – que apunta a lograr un millón de cabezas de ganado-, está estimulando y generando entre los pequeños productores una mayor demanda de superficies para realizar esta actividad». «Por ejemplo,la ganadería se da comúnmente el proceso de «parquizado», donde se abre el bosque, quitando las especies arbustivas y facilitando el ingreso del ganado a la selva, de esta manera esel mismo ganado el que va realizando el proceso de desmonte. Come y pisotea la regeneración y los árboles mayores, tienden a caer con las tormentas.», graficó. «Esto está sucediendo hoy y es preocupante», recalcó Jaramillo.
Caza furtiva
Por otra parte, también la caza de fauna silvestre se presenta como otra de las principales amenazas para la conservación en Misiones. «El no cumplimiento efectivo de las leyes de Prohibición de Caza es alarmante, la cultura misionera lleva a que los pobladores adopten la costumbre de cazar animales, esto forma parte de sus hábitos cotidianos, principalmente en la gente de la chacra; pero a esto se suma la caza comercial, la mal llamada «caza deportiva»», remarcó.
«También hemos constatado que existen algunos emprendedores inescrupulosos que favorecen la caza furtiva; y también hay -en menor grado- el conflicto por la caza de supervivencia y de búsqueda de proteínas en animales, por parte de las comunidades originarias y también de algunos colonos que tienen basada su dieta en algunos productos de caza», describió.
De esta manera expuso que tanto a la caza como a la deforestación, se presentan como la gran amenaza para la conservación.
«Es muy posible que con medidas de control, de ordenamiento, logremos tener una superficie de bosques, bien conservados, que satisfaga las necesidades para la conservación del todas las especies que habitan la Selva Misionera», consideró.
» Tener bosques vacíos implica en un futuro no tener bosques, porque los animales cumplen una gran función desde el punto de vista de la dispersión de las semillas, de las polinizaciones, además de cumplir un rol en el manejo de los suelos porque algunos animales hacen trabajos, casi diríamos de arado, para favorecer la germinación de las especies; de esta manera , tendríamos identificadas las principalescomplicaciones ambientales», indicó.
Productividad del suelo
Para el ingeniero Jaramillo, un factor no menor en materia ambiental está dado por la perdida de capacidad productiva de los suelos. «Si uno lograra tener un espacio en el cual pudiera habilitar actividades productivas sustentables en el tiempo, el impacto no sería tan grande, teniendo en cuenta que ya el propietario habría «sacrificado» un área de boscosa que será útil para determinada explotación por un largo tiempo», explicó.
En Misiones se presentan esquemas productivos, principalmente aquellos asociados al tabaco en grandes pendientes, en áreas de suelos muy pobres y por un reducido tiempo (de 3 años). «En estos casos, se pierde su capacidad productiva y es necesario extenderse hacia otro lugar, con pocas probabilidades de recuperacion».
La pobreza y el ambiente
