El juez federal en lo Criminal y Correccional de Posadas, Claudio Chávez fue sancionado con una multa del 30 % por ciento de los haberes de un mes,
por «negligencia en el cumplimiento de sus deberes», a raíz de haberse determinado «inactividad procesal y demoras en el trámite de la instrucción por el supuesto asesinato en el río Paraná de dos gendarmes, cuando se encontraban persiguiendo a dos sospechosos de contrabando».
Se trata de la sanción disciplinaria más severa que prevé la normativa vigente, que fue aplicada por el plenario del Consejo de la Magistratura del Poder Judicial de la Nación, y que también afectó a un camarista nacional, Alfredo Barbarosch, integrante de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional.
En el caso de la muerte de los gendarmes Antúnez y Aranda, ocurrido hace unos ocho años en un confuso episodio debajo del puente San Roque González de Santa Cruz, en un primer momento el informe oficial fue que murieron ahogados, pero los familiares impulsaron una investigación y una acción penal en altas esferas de la justicia nacional que habrían determinado lo contrario.
Barbarosch fue sancionado por «falsear dichos o hechos de sus colegas afectando el prestigio y buen nombre de manera temeraria». La resolución exhorta a Barbarosch y demás integrantes de la Cámara enfrentados a él «a adoptar un comportamiento adecuado a la investidura que ostentan como magistrados del Poder Judicial de la Nación».
Por su parte, Chávez fue penado por «negligencia en el cumplimiento de sus deberes» a raíz de haberse determinado inactividad procesal y demoras en el trámite de la instrucción del asesinato en el río Paraná de dos gendarmes cuando se encontraban persiguiendo a dos sospechosos de contrabando», dice el comunicado oficial.
