En julio último, Cataratas recibió unas 12 mil visitas menos que en igual mes de 2007, pero la tendencia se revertiría esta semana, la última de las vacaciones para Buenos Aires.
Empresarios y funcionarios relacionados al turismo en la Provincia confían en que el balance final de la temporada invernal arrojará resultados positivos.
A pesar de las irregularidades registradas en los vuelos de cabotaje y de la incertidumbre generada a inicios de la temporada por el conflicto con el campo, las fuentes consultadas estimaron que se podría equiparar o, incluso, superar la cantidad de visitas registrada en la misma época del año pasado.
La tendencia observada hasta ahora no respalda estimaciones tan optimistas, ya que en julio de este año ingresaron al Parque Nacional Iguazú unas 12.000 personas menos que en igual mes de 2007. El subsecretario de Turismo de la Provincia, Sergio Ferreira, destacó sin embargo, que aún queda «toda esta semana» de receso invernal para Buenos Aires, lo que permitiría revertir la situación en los próximos días.
El funcionario destacó que durante todas las vacaciones de invierno del año pasado habían llegado a Misiones unos 127 mil turistas, mientras que desde el comienzo de la la actual temporada hasta el lunes pasado, habían llegado 123 mil.
En tanto que desde la compañía Iguazú Argentina, concesionaria de la mayoría de los servicios dentro del área Cataratas del Parque Nacional Iguazú, informaron que en todo julio ingresaron 109.701 visitantes.
Del total de visitantes en julio, 73.613 fueron argentinos, 10.776 de Brasil, Paraguay y Uruguay, y 23.312 extranjeros de otros países.
Hoteleros y empresarios gastronómicos de Iguazú consultados por este medio indicaron que hasta ahora, la temporada de invierno fue un poco «menos movida» que la del año pasado, aunque admitieron que esperaban que la caída en la llegada de turistas fuera más pronunciada este año por causa del deficiente funcionamiento de las frecuencias aéreas de cabotaje.
Recordaron también que el conflicto entre el Gobierno nacional y el campo había generado mucha incertidumbre e incluso había provocado el levantamiento de muchas reservas. Pero finalmente casi la totalidad de las plazas hoteleras fue ocupada con turistas que llegaron sin reservas.
