Dejó de existir en la madrugada de ayer en un sanatorio de Posadas, donde estaba internada hace varios días. Fue la fundadora de la Asociación Madres e Hijos del Amor que agrupaba a familiares de victimas de crímenes sin sentencia.
La triste noticia que se hizo pública en la mañana de ayer dejó un sabor amargo en muchos posadeños que conocían el trabajo de Teresita Boldú, quien dejó de existir en un sanatorio céntrico de la capital misionera. La mentora de la Asociación Madres y Hijos del Amor dejó un sello que permanecerá en la memoria de todos los que alguna vez se identificaron con la mujer que pedía justicia por la muerte de su hijo Pablo Fraire, ocurrida en la noche del 25 de noviembre de 2002.
Elvira Moscón, secretaria de la Asociación Madres e Hijos del Amor, dijo ayer en Radio Libertad que, «Teresita no le tenía miedo a la muerte porque sabía que se iba a encontrar con su hijo».
Agregó que «el consuelo que ella tiene es que en septiembre se realizará el juicio por la muerte de su hijo y los que la acompañamos todos estos años en la Asociación, vamos a seguir con más fuerza hasta que se resuelvan todos los casos».
Su muerte se produjo a pocos meses de que un Tribunal integrado por César Raúl Jiménez, Selva Raquel Zuetta y Gabriela Fernanda Canalis juzgue a los imputados Oscar Ramón Castel, Gabriel Aranda Alvarenga y Manuel Alejandro Jaime.
Pablo Fraire fue asesinado de 20 puñaladas en el barrio Alta Gracia, adonde había ido a comprar una computadora. Se cree que los delincuentes le tendieron una trampa para sustraerle el dinero, pero el joven se resistió y fue masacrado.
