Sostienen que no se llega al salario inicial de $1.500 requerido y que además se avanza con sanciones y presiones. Esperarán hasta mañana para publicar el acta firmada y resolver medidas. El plazo pedido por el Gobierno era el 10 de mayo, hoy, y los integrantes de las fuerzas de seguridad lo cumplieron. Ayer por la tarde se reunieron en asamblea dos o tres delegados de cada dependencia y comenzaron a hablar acerca del estado de situación, sin conocer aún el anuncio que diera a conocer el Ejecutivo respecto de una recomposición parcial de la escala salarial. Mediando la reunión, alguien llegó con una copia del parte de prensa oficial y, ante los puntos poco claro de la tan esperada medida, la pregunta fue: llega o no a los 1.500 pesos para el cabo. «La información dice que un sargento primero de antigüedad promedio llegaría sólo a 1.440 pesos en julio, así que no, no es lo que pedimos, porque un cabo cobraría menos», fue la respuesta de uno de los voceros de la suerte de asamblea. El clima no era el mejor, sin embargo resolvieron esperar una decisión administrativa que avale la supuesta medida. «Con nosotros se comprometieron a emitir un decreto que abarque nuestro planteo e informarlo a todos los medios en conferencia de prensa, esto no es lo acordado, por lo que nos bajamos del puente», cuestionó duramente en declaraciones a «época», Juana Gómez, referente de los familiares de la fuerza. De todas maneras, buscando calmar los ánimos, principalmente en localidades del interior como Paso de los Libres, resolvieron esperar hasta las 24 de hoy, 10 de mayo. «En el primer minuto del día 11 vamos a dar a conocer el acta que firmamos y que están incumpliendo no sólo en relación a lo salarial sino también respecto de las sanciones y la presión que se comprometieron a no ejercer», reclamó uno de los oficiales en la reunión. El descontento se acrecentó además con la información que circuló respecto de un memorándum que habría firmado el jefe de la Policía, Rodolfo Fernández, ordenando el descuento de los días no trabajados.
Mientras tanto, seguirán las reuniones y las conversaciones durante el fin de semana, esquema en el que se definirían nuevas medidas de fuerza que no tendrían el mismo proceso de menor a mayor en cuanto a la agudización de las mismas, sino que directamente resolverían cortes del tránsito en rutas y puentes regionales e internacionales. Además del General Belgrano, que une a las Provincias de Chaco y Corrientes, está en la mira el puente de Paso de los Libres que une a los países de Argentina y Brasil, con lo cual el conflicto tendría ribetes ya internacionales. Más allá de lo que suceda, el escenario ya no es el mismo, no sólo porque a la cautelar de Libres se sumaron tres más en la Capital correntina para evitar sanciones ante el acuartelamiento, sino porque los mismos uniformados sienten que su imagen ha cambiado. «Hasta los civiles nos miran diferente», remarcaron; agregando que la lucha que se inició no tendrá vuelta atrás. «Subordinación sí, sumisión, nunca más», puntualizaron. (Epoca)
