Perdió 2-0 ante Juventud Unida y detuvo su marcha ganadora de las últimas fechas. Mantiene el segundo lugar de la tabla por diferencia de goles. En cambio Guaraní empató 1 a 1 como local ante Deportivo Mandiyú.
Crucero del Norte cayó esta tarde ante Juventud Unida en Gualeguaychú por 2-0, en un partido discreto, con pocas situaciones de gol y donde el equipo de Pedro Dechat no tuvo el volumen de juego de otras presentaciones. Maidana, de cabeza, a los 14 minutos de la primera parte y Migueles, cuando se moría el partido, con un remate bajo desde el borde del área, le dieron una exagerada diferencia al local que tuvo la contundencia que no mostró Crucero.
Tácticamente el problema que no pudo resolver el elenco misionero, fue el andarivel izquierdo del ataque entrerriano, donde Hugo Ibañez fue imparable por adentro y por afuera. Mosevich nunca le tomó el tiempo en la marca ni tampoco Correa le encontró la vuelta cuando apareció en esa posición en la segunda parte (Bruno ingresó por el correntino al comenzar el ST por una lesión en el tobillo). El habilidoso ex jugador de Estudiantes de Caseros, fue una pesadilla con su velocidad y habilidad y en los primeros 25 minutos de partido, mostró el camino del ataque local.
Una de las tantas trepadas de Ibañez terminó en un centro bombeado, que el central Maidana, volcado al ataque, cabeceó al fondo de la red, haciendo estéril la volada del Flaco Doello.
Enseguida Crucero salió a empatarlo y tuvo una muy clara con un cabezazo de Suligoy que pasó muy cerca. Mientras tanto la polémica se instaló en el estadio municipal de Gualeguaychú, cuando primero Mosquera cayó en el área, tras una rápida salida abajo y con los pies para delante de Doello; y después Mosevich le ganó a todos en el área y cabeceó al gol, pero el asistente Roffe, marcó posición adelantada.
Cuando la pelota no transitaba por la zona de Ibañez, Crucero la manejaba con Marczuk y Bernal, pero la escaza profundidad y la seguridad que siempre brinda el arquero Schab, abortaban cualquier intento del equipo visitante.
En el complemento, con la salida de Gabriel Mosevich, Pedro Dechat hizo ingresar a Bruno, quien se acomodó de central y Correa pasó a la derecha. Enseguida Lagoria ingresó por Sotelo y Cabrera se corrió a la izquierda de la mitad de la cancha de Crucero. Adelante Bareiro, (Dechat pensó en alguna posibilidad por arriba con el paraguayo) entró por Suligoy y aunque cayeron muchos centros en el área de Schab, El Colectivero no los capitalizó. Una de las pocas jugadas asociadas y con pelota dominada del segundo tiempo, tuvo como protagonista a Cristian Gutierrez, quien tras recibir de Marczuk, metió la diagonal hacia adentro y habilitó a Bareiro, quien de primera y a colocar remató a contra pierna del arquero, pero su disparo se fue cerca. En la siguiente jugada, Bernal probó desde afuera y Dardo exigió al arquero Schab con una bomba de 30 metros.
Juventud Unida en tanto esperó agazapado, corría cuando por izquierda la encontraba Ibañez y tuvo un la chance de un tanto más cuando a los 44 minutos, el recién ingresado Migueles, aguantó la marca, giró y se animó a pegarle cruzado, con tanta precisión que, a pesar de la estirada de Doello, se clavó abajo junto a un palo, para decretar el 2-0.
La diferencia fue muy amplia a juzgar por las situaciones de ambos equipos. Juventud tuvo tres netas y embocó dos, mientras que Crucero, sin la prolijidad y el orden de otros partidos, acusando por momentos del desgaste del viaje y la competencia, no generó tanto como partidos anteriores y se quedó con las manos vacías. Fue ante un rival directo, que lucha por clasificar mientras que Crucero, debe enfocarse a ganar los dos partidos que le quedan en casa, para seguir construyendo la posibilidad de clasificar.
Un empate con sabor a poco
