Misioneros sueñan con cumplir deseos bailando

La preselección de bailarines soñadores para una nueva edición del «Bailando por un sueño» se realizó desde las 11 y hasta las 18 en la academia «Mundo Tango Danza». El coreógrafo con quien los aspirantes debían presentarse, bailó el año pasado con «Nina» Peloso.

A veces algunos sueños parecen cumplirse, quizás no el deseo solidario por ayudar a crecer a una comunidad, sino alguno más personal. De cualquier manera, el trabajo por conseguirlo siempre exige de una dedicación casi exclusiva. Ese parece ser el caso de Facundo Mazzei, el soñador quien compartió el famoso «caño» del programa ShowMatch de Marcelo Tinelli, con la piquetera «Nina» Peloso.

La nueva edición de «Bailando por un sueño», emitido por Canal 13, comenzará a principios de abril y ya cuenta con soñadores de todo el país y, desde ayer, se sumaron los misioneros en el último casting que se realizó para el programa.

Sólo desde las 11 y hasta el mediodía, se presentaron más de 30 aspirantes a realizar deseos a partir de la participación en el programa de televisión. Para realizar la preselección, el ahora coréografo del programa, Facundo Mazzei, y el productor David Vázquez, tuvieron la tarea de filmar la destreza de cada participante en el salón de danza de la academia «Mundo Tango Danza» sobre la calle Barrufaldi.

Casting

Cuerpos en movimiento, transpiración y nervios vivieron los jóvenes misioneros que llegaron de distintas localidades para concretar un sueño.

Carolina bailaba junto a otra joven siguiendo las indicaciones del bailarín y partenaire de esta prueba, que no sólo exige bailar bien «cada vez buscamos mejores bailarines con buenas técnicas de danzas, sino además que su figura y carisma sea televisiva», indicó Vázquez mientras se acercó a Carolina quien, con la ficha de inscripción en manos, contó a la cámara su sueño de ayudar la tarea solidaria de «Cáritas».

El buen desempeño que tuvo la joven misionera de 18 años, primero guiada por el coreógrafo y posteriormente en solitario duelo, concluyó con el aplauso de todos los presentes.

En la vereda, un grupo de chicos seguía esperando la evaluación del jurado para volver a casa, con la tristeza de no haber conseguido un sueño o la esperanza de cumplir con sus deseos.

Walter se sentó en la sombra de un árbol a esperar y contó que «vine a bailar para construir un salón en mi barrio en Santa Ana. Es humilde y los chicos necesitan de un lugar para encontrarse y entretenerse», reveló su sueño. Jésica y Soledad quieren fundar una guardería de animales y ayer tuvieron una oportunidad de empezar a construir ese sueño solidario.

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