Tránsito fatal: Mueren dos motociclistas por accidentes

Una pareja que viajaba en una motocicleta chocó con una camioneta y murió el conductor. Un joven que agonizaba hace 15 días falleció en el hospital. La fatalidad nuevamente se cobró vidas humanas en caminos misioneros, y ya son 33 las víctimas fatales por accidentes de tránsito, en lo que va de 2008.

En Candelaria, una camioneta chocó a un ciclomotor en el que viajaba una pareja de jóvenes de 21 años, Julio Cesar Da Silva y Clara Godoy, y como consecuencia del impacto el varón recibió heridas que le provocaron la muerte, minutos después de ser trasladado de urgencia al hospital Madariaga.

Según informó la policía de la provincia, alrededor de las 6:15, en la mañana ayer, una camioneta Chevrolet S-10, perteneciente a la empresa Emsa, circulaba por la avenida Roque González -en dirección a la ruta 12- y por cuasas que se tratan de esclarecer impactó de frente con la moto marca Honda Hero de 110 centímetros cúbicos, en la que viajaba la pareja.

El vehículo de la empresa de electricidad era conducido por Pablo Alberto Ruiz, de 44 años, acompañado de un hijo de 17 años, de nombre Juan Pablo.

El responsable de la camioneta permaneció detenido unas horas hasta recuperar la libertad supeditado a la causa judicial que se inició.

Mientras tanto Clara Godoy se recupera de heridas de consideración en el hospital Madariaga, aunque su vida no corre peligro, según afirmaron los médicos.

Larga agonía

Luego de pelear por su vida durante 15 días de larga agonía, murió ayer al mediodía Armando Ferreira, un joven de 26 años que se había despistado con su motocicleta, marca Zusuki de 100 centímetros cúbicos, e impactado contra una columna de hormigón.

Ferreyra permanecía bajo los cuidados médicos desde el pasado sábado 1 de marzo, cuando con su motocicleta había protagonizado el accidente en una de las principales avenidas de acceso a Oberá.

El accidente se produjo alrededor de las 20:20, de ese día y en el biciclo viajaba también Diego Piñeyro, de 26 años.

Las lesiones que sufrió Ferreyra, quien conducía la motocicleta, fueron gravísimas, principalmente en la zona de la cabeza: «una herida contuso cortante profunda con lesión ósea, fractura en la región frontal izquierda que se extiende hasta el ángulo interior del ojo derecho».

El casco salva vidas

Ninguno de los motociclistas involucrados en estos dos accidentes tenía colocado el casco reglamentario al momento de los siniestros.

La policía de la provincia, en tanto, continúa con procedimientos constantes relacionados con el ordenamiento del tránsito, aunque queda claro que la sanción constante a los motociclistas no alcanza y sea necesario que se trabaje en campañas globales de concientización.

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