Desconfianza en el régimen nacional de promoción forestal aleja a pequeños productores de la actividad

El empresario Mario de León, del Vivero Cham (Capioví) sostuvo que en Misiones los productores «no plantan si no reciben los fondos del incentivo nacional». Los empresarios viveristas de la región enfrentan situaciones disparejas, contando algunos con incrementos en la demanda, mientras que en otros casos la misma es estable o está en baja. En el caso del Vivero Cham SH (Capioví, Misiones), este año la producción destinada a productores acogidos al régimen de promoción forestal de la Ley 25.080 está en el orden del 40 por ciento del total de la capacidad del vivero.

El socio gerente de Cham, Mario De León, explicó que «la ley de promoción obviamente es una gran ayuda para cerrar los números, creo que los pequeños no forestarían si no existiera el subsidio, pero resulta que hoy aún estamos esperando cobrar planes del año 2001, a los valores de entonces que es de 500 pesos por hectárea, enfatizó el empresario y añadió que «se trata de plantaciones que ya tuvieron su primer raleo, si es que aún existen y no fueron abandonadas.

En la medida que el aporte económico no reintegrable de la 25.080 no se pague en tiempo y forma no le sirve a nadie», dijo en la entrevista con ArgentinaForestal.com.

Es que en Misiones la situación forestal es muy diferente a la del resto del país, dado la gran cantidad de pequeños productores existentes, quienes plantan básicamente por la existencia del apoyo económico, mientras que en el resto de las provincias se cuenta con grandes y medianos productores.

Disminución en la siembra

Desde el Vivero Cham advierten un panorama «más complicado» en Misiones, coincidiendo también con las afirmaciones vertidas desde la Asociación Forestal Mesopotámica (Afome), publicada en la edición de ayer.

«De acuerdo a lo que nos paso en el 2007, que empezamos con muy buenas expectativas y después terminamos cerrando el año con sobrante de plantines, para la campaña forestal de este año bajamos nuestras expectativas y hemos sembrado menos que el año anterior», manifestó De León.

Al referirse a las expectativas para 2009, el empresario resaltó lo compleja de la situación de los viveristas, «en nuestra actividad estamos haciendo futurismo todos los años en los meses de agosto-septiembre nos preguntamos: ¿cuánto vamos a vender el siguiente año? Por lo tanto, ¿cuánto sembramos?».

En esa línea, enfatizó en que «en el caso del pequeño productor forestal es un cliente muy sensible a la coyuntura económica, es decir, si están pagando los planes forestales -en el marco de la Ley 25.080 de Inversiones para Bosques Cultivados- se entusiasma y continua forestando, o si tal vez vendió a buen precio un lote de pino, capaz que nuevamente lo reforeste», pero si no dejan de plantar, «mientras que en el caso de los grandes forestadores (industriales) tienen como la necesidad de forestar porque es la materia prima esencial para asegurarse el abastecimiento futuro», y finalmente sostuvo que «en el caso de los medianos productores (forestadores de entre 20 y 50 hectáreas) están en una situación similar a los pequeños».

Abastecimiento y demanda

Del total de su producción, detalló que un 75% es Pinus taeda, un 10% Pinus elliottii, igual cifra producen Eucalyptus y un 5% en toona, siendo estas dos últimas justamente las principales especies alternativas demandadas por los productores.

Para esto, el vivero ubicado en Capioví se abastece con semillas adquiridas a distintos proveedores existentes en el mercado, como ser Pomera, UBS, Larguía, Alto Paraná SA y Velozo.

En relación al año anterior, el empresario explicó que los precios tuvieron un incremento del orden del 15%, basado en los importantes incrementos que se produjeron en los insumos, de esta manera, en la actualidad el precio que ofrecen de pino a raíz libre es de 250 pesos por mil plantines, llegando esa cifra a 500 pesos para los platines en tubetes y a 800 pesos para el híbrido.

Inversiones

Con respecto a las posibilidades de realizar nuevas inversiones, en el actual contexto productivo, las mismas fueron destinadas a la ampliación del sector de plantines en bandejas, «aunque no fue en la magnitud que nos hubiera gustado», indicó De León y comentó que también incorporaron al vivero dosificadores de fertilización.

En cuanto a las proyecciones, adelantó que continuarán con la ampliación del sector de bandejas, «incorporaremos una sembradora nueva a los efectos de lograr mayor rendimiento» .

Nuevos desafíos

Pese a que la situación no aparece como favorable, el objetivo de Cham es seguir mejorando y creciendo. De esta manera, entre los principales desafíos para la empresa, De León enumeró los de «tratar de avanzar en cuanto a mejoramiento genético y mantener la relación cliente/empresa lo mas fluida posible de tal manera de de satisfacer las demandas del cliente y adaptarnos a sus necesidades», a la vez que como sector recalcó que hace falta trabajar «entre los distintos viveros en forma conjunta y armónica, considerando que somos una parte importante de la cadena productiva del rubro forestal».

La apuesta de Cham consistió principalmente en la ampliación de la capacidad productiva de su vivero, especialmente en lo que hace a plantines en tubetes, incorporando a su vez dosificadores de fertilización, en tanto que entre las nuevas inversiones evalúan el seguir extendiendo dicho sector, así como incorporar una sembradora, «a los efectos de lograr mayor rendimiento».

En lo que hace específicamente a mejoras en producción, el empresario explicó que «en forma permanente realizamos ensayos de distintas bandejas, fertilizantes nuevos y sustratos, es decir que se trata de buscar los mejor sin incrementar nuestro costo de producción, para no trasladar al precio de venta», concluyó.

Más información en la Revista ArgentinaForestal.com Nº52

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