Salud confirmó dos nuevos casos de fiebre amarilla

Autoridades de Salud Pública manifestaron que refuerzan las medidas para evitar que la enfermedad se convierta en una epidemia y piden
colaboración de los vecinos.

Báez dijo que trabajan de manera intensiva en la zona Norte de la provincia.

Báez dijo que trabajan de manera intensiva en la zona Norte de la provincia.

El subsecretario de Salud de la Provincia, Carlos Báez, confirmó ayer que hay dos nuevos casos de fiebre amarilla en Misiones. Con la noticia, serían tres los casos detectados y refuerzan las medidas para evitar que la enfermedad se transforme en epidemia. Se trata de dos trabajadores rurales que operaban en la zona de riesgo comprendida en la franja que abarca la zona de San Pedro y San Vicente. Por su parte, el intendente de la Capital de la Madera manifestó ayer que para sorpresa de muchos se han encontrado con grupos de personas que no permiten ser vacunadas alegando cuestiones religiosas. En tanto en Virasoro, Corrientes, hallaron un mono carayá con síntomas característicos de la infección por la enfermedad.

El subsecretario de Salud explicó ayer en conferencia de prensa que los pacientes que contrajeron el virus de la fiebre amarilla son oriundos de Eldorado y San Vicente. También sostuvo que ambos trabajaban en la zona de deforestación. Añadió que el estado de salud de ambos es estable y favorable.

«Lo que estamos en condiciones de confirmar es que de las pruebas de sangre enviadas a Nación, tres de los ocho casos, dieron resultado positivo. Aquí se incluye el diagnóstico de la semana pasada del paciente Dornell. De esos ocho, dos fueron descartados y otros cuatro, incluyendo la hija del paciente que perdiera la vida el martes, aún resta confirmar», dijo el médico.

Por otro lado, explicó que pacientes, de sexo masculino, que contrajeron el virus de la fiebre amarilla son oriundos de Eldorado (23 años) y San Vicente (16 años), ambos trabajaban en la zona de deforestación y en el caso del joven de Eldorado se constató que estuvo en la zona de más riego epidemiológico, sobre la ruta provincial 17 a la altura del kilómetro 48 (entre Eldorado y San Pedro). Añadió que los casos confirmados son de carácter selvático y no urbano.

Báez, aclaró que estos son los resultados de los primeros casos sospechosos, «por lo que estamos a la espera aún de los resultados de los estudios del paciente que pereció en Oberá». En cuanto al estado de salud de los pacientes dijo ambos se encuentran en observación, uno de ellos ya fue dado de alta la semana pasada por «su buen estado de salud, mientras que el otro sigue internado y en observación pero en buen estado, a la espera de su alta».

Ayer el ministerio recibió 50.000 dosis de vacunas, de las cuales 20.000 se enviaron a San Vicente para completar la población vacunada de esa ciudad. Unas 15.000 dosis van a Montecarlo y las otras se distribuirán en la zona Sur de Misiones incluida Posadas.

Los médicos recomendaron a toda la población a realizar en sus hogares las tareas de descacharrización para evitar la proliferación del mosquito transmisor de la fiebre amarilla en la zona urbana, el Aedes aegyptis.

Monos con síntomas en Corrientes

Un mono carayá adulto, de unos seis ó siete años fue encontrado el miércoles con síntomas de fiebre amarilla en un árbol de paraje Unión, ubicado a 20 kilómetros de Garruchos y unos 60 de Santo Tomé. El animal fue encontrado retraído, alejado de su tropa, y con mucha sed, reuniendo así las primeras características de los primates afectados.

Una familia denunció la presencia del ejemplar tras lo cual un equipo interdisciplinario integrado por referentes de Epidemiología, Inmunizaciones y Zoonosis de Salud Pública, Defensa Civil, Municipalidad de Garruchos y Prefectura que se dirigió al lugar indicado. Karina Ramos, subdirectora de Zoonosis y Control de Vectores de la cartera sanitaria provincial precisó a Agencia Corrientes a su regreso del operativo, que «el animal es un ejemplar de carayá adulto, de 60 centímetros y unos siete kilogramos, que tendría entre siete años. Lo encontramos quieto, muy tranquilo, alejado de la tropa y sediento, signos características propias de la infección por fiebre amarilla».

La familia de Rodríguez espera por los resultados de laboratorio

Oberá. Aún permanece en el Hospital pero en franca evolución, Andrea Rodríguez, la joven de 16 años, que tendría todos los síntomas similares a su padre, Lorenzo Rodríguez, quien falleciera el martes por la noche con un cuadro similar al de fiebre amarilla.

Aún dolida por la muerte de su esposo, pero atenta a la salud de su hija, Marta Leal, madre de Andrea relató lo sucedido en su chacra del kilómetro 68 de San Vicente con su esposo a quien definió como «un hombre sano, trabajador y de la chacra, tenía 82 kilogramo, era muy fuerte». Visiblemente emocionada-y en compañía de su hermana-aseguró esperar con ansias «el resultado del laboratorio, porque queremos saber de qué murió mi esposo, cuanto más rápido mejor».

También solicitaron la ayuda de la comunidad ante los problemas financieros que acarrea el traslado permanente de la familia de San Vicente a Oberá y viceversa y el estar ya siete días sin trabajar.

«Estamos contentos por el trato recibido de los medios y de los médicos y profesionales que nos atendieron, mi familia, mis hijos que están allá están tratados ahora. Mi hija se recupera bien, en ese sentido estoy más tranquila», sostuvo la mujer que al recordar a su marido rompió en llanto.

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