Se ofertó una suba que fue rechazada por los sindicalistas que amenazan con «un apagón».
Negociaciones. López Ricci advierte que la empresa no puede ofrecer más.
El sindicato de Luz y Fuerza no aceptó la propuesta salarial ofrecida por el directorio de Electricidad de Misiones Sociedad Anónima (Emsa) y sigue latente la amenaza de un paro, aunque hoy a las 11 seguirán las negociaciones en el Ministerio de Trabajo.
La última oferta fue de un aumento para todas las categorías menores: de catorce por ciento para las categorías 14 a 17, trece por ciento para la 18, y un diez por ciento de la 19 hasta la 24. Pero tras la extensa reunión de varias horas, en varios momentos con un clima de tensión, estos porcentajes de incremento fueron rechazados por los delegados y hoy seguirá la reunión en la conciliación en el Ministerio de Trabajo, a las 11.
El directorio señaló en un documento que «reconocemos la legitimidad del reclamo salarial de los trabajadores, ya que los salarios tienen un retraso innegable, en contraposición al aumento en el costo de vida».
Pero consideraron que «esta situación de los trabajadores es trasladable también a los costos de operación de esta firma, que se han elevado notablemente por el encarecimiento de los insumos y del costo de la energía que provee la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico a través del Sistema Interconectado Nacional. Estos factores colocaron a la empresa en situación de delicado equilibrio financiero, pese a lo cual encaramos inversiones importantísimas para mejorar la distribución y la potencia energética en todo el territorio provincial».
«Emsa no está en condiciones financieras de absorber otras mejoras salariales que no sean las que se encuentran en evaluación. Cualquier otra alternativa resulta inviable en este contexto, ya que podría provocar un disparo descontrolado de los costos de operación y se rompería peligrosamente este delicado equilibrio financiero antes referido», advierten los directores de la empresa.
Descontento
Desde el mediodía de ayer, los operarios de distintas áreas con sus uniformes de trabajo reclamaron una recomposición salarial con medidas de acción directa. Se manifestaron sobre calle La Rioja entre Ayacucho y San Lorenzo y quemaron cubiertas de camiones y tractores, lanzaron bombas de estruendo y anunciaron con cánticos que «se viene el apagón».
Un delegado gremial se quejó porque «se han incorporado unos 50 empleados con muy buena categoría, por sobre muchos que ya estaban en la empresa con muchos años de antigüedad» y agregó que «hay trabajadores que hace quince años no le recategorizan». Otro se lamentó que «nos la bicicletean con unos tickets de 25 pesos que tenían que ir al básico, y nos aplicaron al remunerativo».
