El tercer mono carayá con síntomas de fiebre amarilla en Corrientes fue hallado en Gobernador Virasoro

Se trata de un carayá adulto, de 60 centímetros y unos 7 kilogramos. Una familia denunció su presencia en un árbol de su terreno en Paraje Unión, cerca de la localidad de Garruchos.

Un mono carayá adulto, de unos 6 ó 7 años fue encontrado con síntomas de fiebre amarilla en un árbol de paraje Unión, ubicado a 20 kilómetros de Garruchos y unos 60 de Santo Tomé.

El animal fue encontrado retraído, alejado de su tropa, y con mucha sed, reuniendo así las primeras características de los monos afectados.

Una familia denunció la presencia del ejemplar en esas condiciones. Tras el aviso, y siendo las 7:30 de ayer miércoles, partió desde la localidad de Santo Tomé un equipo interdisciplinario integrado por referentes de Epidemiología, Inmunizaciones y Zoonosis de Salud Pública, Defensa Civil, Municipalidad de Garruchos y Prefectura que se dirigió al lugar indicado.

Allí tomaron rápidamente una serie de recaudos e iniciaron estudios de manera conjunta con la dirección de Fauna y Flora de la Provincia.

Karina Ramos, subdirectora de Zoonosis y Control de Vectores de la cartera sanitaria provincial precisó a Agencia Corrientes a su regreso del operativo, que «el animal es un ejemplar de carayá adulto, de 60 centímetros y unos 7 kilogramos, que tendría entre 6 y 7 años». «Una vez que llegamos al lugar lo encontramos muy quieto, muy tranquilo, alejado de la tropa y sediento, porque en el lugar hay un tanque de agua al que se acerca con frecuencia», agregó.

Entre las particularidades encontradas en la zona, la profesional puso especial atención en uno de los comentarios que hizo la dueña de casa. «Dijo que hace más de un mes que no escucha el sonido de los monos, que suele ser común allí, lo que suma un antecedente más a la posibilidad que estamos manejando, porque cuando se da el denominado silencio de la selva en la tropa se está ante la presencia de monos enfermos en el grupo», explicó.

En este sentido, comentó que los cambios de conducta, los movimientos lentos, la desagregación del ejemplar de su tropa y la sed son características propias de la infección por fiebre amarilla.

«De todos modos estamos a la espera de la llegada inminente de equipos de la Dirección de Fauna y Flora, que nos va a proveer de un rifle sanitario, con dardos anestésicos, con lo que podremos avanzar en la etapa de diagnóstico, ya que resta dormir al animal y extraerle muestras de sangre», señaló.

Al ser consultada respecto a si se trata de un caso de fiebre amarilla selvática (en monos), manifestó que «si el animal está enfermo se va a caer del árbol, y va a evolucionar hasta el deceso, por eso dejamos materiales y claras instrucciones preventivas en la familia centinela para que dé aviso en forma urgente si eso sucede, tras lo cual procederíamos a la obtención de más sangre y la toma de muestras de hígado, bazo, cerebro, riñón y pulmón».

Respecto de los operativos de control del vector, el Aedes aegypti, Ramos comentó que un equipo conformado por los técnicos de Salud Pública, de Fauna y Flora provincial y de la Municipalidad de Santo Tomé partirán hoy hacia la isla Santa Ana, de 4 kilómetros de extensión, para realizar un rastrillaje intensivo en la zona que, vale mencionar, es donde se encontró el último ejemplar de carayá muerto días atrás, cuyas muestras de tejido están siendo sometidas a la evolución virológica en el Instituto Maiztegui de Pergamino, Provincia de Buenos Aires. (El Libertador)

Cabe recordar que en los primeros días de este mes fueron hallados dos monos enfermos, uno de ellos murió, en la zona de Cuay Grande, a unos 30 km. al sur de Santo Tomé. Las muestras de estos animales fueron enviadas al centro de Pergamino en Buenos Aires, para establecer si se trata de fiebre amarilla.

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