La presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, viajó ayer a Salta a inaugurar la ruta 81 y para anunciar obras para la provincia. En ese marco, destacó que «el Nea y el Noa tienen que ser el corazón del cambio» que vive la Argentina.
Además, expresó su «angustia y preocupación por el dolor que están viviendo miles de salteños, que están siendo abatidos por el desborde de los ríos».
En el acto también aseguró que para ella «no hay pueblo chico ni grande» y anunció que continuará recorriendo el país.
«Hay argentinos a lo largo y ancho del país que merecen la presencia de quienes han sido elegidos por el voto popular», sostuvo ayer por la noche la jefa de Estado desde Salta.
La Presidenta se trasladó en avión hacia la capital de la provincia, donde fue recibida por el gobernador, Juan Manuel Urtubey, y el intendente de la ciudad. Además, recibió saludos de cientos de personas que se acercaron al aeropuerto y a la sede donde se realizó el acto.
La inauguración de la obra corresponde a la repavimentación de la ruta nacional 81, un tramo de 190 kilómetros que comunica el norte salteño con el noreste de Formosa y que demandó una inversión superior a los 400 millones de pesos.
Cinco meses atrás se inauguraron los siete tramos, de un total de 212 kilómetros, en la provincia de Formosa que completa el corredor bioceánico natural del Norte Argentino de 3.000 kilómetros de longitud.
Fernández de Kirchner afirmó estar «eternamente agradecida» por el apoyo recibido en las elecciones de octubre al encabezar el acto de inauguración de la ruta nacional 81.
«No lo viví como un apoyo a mi persona, nunca creí en los proyectos individuales, pertenezco a una generación que cree en los proyectos colectivos», afirmó la mandataria.
Asimismo, Cristina señaló que «a los que dijeron que no íbamos a venir acá, les digo que no hay pueblo o ciudad chiquita para esta Presidenta, sí creo que hay pueblos que merecen la presencia de quienes han sido ungidos por el voto popular».
El mercado laboral se mantuvo estable durante el año pasado
