Alguna sustancia a base de Cloroformo dormiría profundamente a los dueños de casa, que al levantarse al día siguiente no recuerdan haber escuchado nada. Como en una serie de ficción, ladrones que acechan algunos domicilios particulares de Puerto Iguazú realizan los atracos teniendo como principales cómplices a la indiferencia de los dueños de casa que, sumidos en un profundo sueño, «no recuerdan nada al día siguiente», relató el titular de la comisaría segunda de Puerto Iguazú, Ramón Irala.
«Los casos no son muy numerosos, pero llaman mucho la atención», explicó el comisario, quien no descartó la utilización, por parte de los ladrones, de alguna sustancia a base de cloroformo que induzca a las víctimas a sueños más profundos de lo normal.
«Se dieron algunos casos donde los ladrones entran a una casa luego de pasar por varias puertas cerradas, ingresan inclusive a la habitación matrimonial y roban objetos de valor estando a medio metro de las víctimas», detalló Irala, al tiempo que remarcó que en la ciudad no se registran antecedentes de malhechores que utilicen este modus operandi.
Modo de obrar
El método de dormir a víctimas previamente seleccionadas requiere, necesariamente, de que por lo menos uno de los ladrones se acerque lo suficiente a la o las personas que desee afectar con el somnífero.
En la hipótesis de una banda dedicada a delinquir utilizando el método del sueño profundo, los investigadores creen que un hábil y sigiloso hombre sería el primero en eludir las barreras de seguridad de las moradas. Una vez en el interior, el osado ladrón avanzaría hasta al lado de sus víctimas y aplicaría en el rostro alguna sustancia con esas características.
En los casos registrados en la ciudad de las Cataratas, que podrían guardar relación con este modo de obrar, Irala señaló que «en varias oportunidades rompieron las ventanas y puertas y nadie vio ni sintió nada».
El mismo comisario señaló en un medio local que «aparentemente los ladrones les ponen un aerosol y les hacen dormir a las víctimas, que al otro día se levantan con los ojos rojos y ardor».
Si bien los ladrones no hacen gran distinción entre la clase social sus víctimas, los sistemas de alarmas son un impedimento para este tipo de atracos. «Hay casa que se caen con un soplido, pero hay otras afectadas por estos robos que requieren de mucho esfuerzo para los ladrones, allí inclusive nadie percibió ningún movimiento». Concluyó el uniformado.
La policía no tiene por el momento la certeza de ladrones que fuercen el sueño de sus víctimas, sin embargo en la ciudad se habla de los riesgos de este tipo de atracos con productos que pueden dormir, inclusive, hasta al más bravo de los perros guardianes.
