Ya no usa pollera amarilla, ahora luce un micro short blanco, en combinación cromática con las botas, la camisola y una chaqueta, que se despojó después de bailar con el público en la calurosa noche del sábado. Gladys, la Bomba Tucumana, estaba exultante y emocionada por el afectuoso recibimiento de los misioneros que colmaron las instalaciones del Casino Club de Posadas. Desde la primera canción -hizo un repaso por la música cuartetera propia y ajena- la consigna fue «no me dejen sola en el escenario» y así fue, mujeres y hombres subieron al escenario para bailar las cumbias con Gladys.
Dedicó casi todas las canciones a las mujeres en su día, y les recriminó a unos cuantos comensales por no haber traído a sus señoras. A las chicas solteras le dedicó una canción para conseguir novio con «s», observó la cantante.
Contó anécdotas de su tierra, Tucumán, desde donde arribó ayer para cantar a los misioneros. Recibió cartas y notas del público pidiéndole «La pollera amarilla», pero «si canto esa canción tengo que terminar el show ahora».
Gladys, la Bomba Tucumana hermanó a los misioneros, en el mes que Casino Club dedica a las mujeres.
