Inscriben en taller de arte creativo y plástico «De la Ribera»

Está habilitada la inscripción al taller de arte creativo y plástico «De La Ribera», un espacio donde el respeto por la energía creadora del futuro artista se pone en marcha desde el primer instante. Las clases son los miércoles y jueves de 18:30 a 20:30, para artistas desde los 6 años en adelante; sábados de 9:30 a 12 para prometedores artistas desde los tres años en adelante.

Se están coordinando otros grupos y horarios para adultos y jóvenes. Teléfono 429662- 15535514 o en horario del taller al 437933, en Coronel Reguera 962, continuación Rivadavia entre Moritán y avenida Costanera.

Se desarrollan técnicas de pintura témpera, acuarelas, tezas y óleo pastel, lápices de colores acuarelables y variados; sobre caballetes de mesa de pie; de vidrio; pinceles; pinceletas; espátulas.

Además, cerámica roja y/o blanca modelado y en placa; esmaltado de piezas con horneado de cerámica se posee horno para piezas a 1020°g de temperatura para cocción de los esmaltes; carpintería de mesa; pequeño sector de tareas con fibro fácil, gubias, lijas, pátinas.

Se dispone de diccionarios y bibliografía de consulta para ahondar e investigar temas relacionados con historia del arte, o temas de interés que el artista sugiera o necesite ampliar conocimientos o esclarecer conceptos, en el desarrollo de su experiencia creadora.

De la Ribera taller de arte fue fundado en el año 1972 por la artista plástica Cristina Ahumada de Dasso y la escritora Elba Street. Los primeros años funcionó sobre calle 3 de Febrero, en la casa mágica y bonita de la familia Street, donde nadie podía distraerse o aburrise, o decir que sólo se hacía una determinada actividad: en aquel taller los niños aprendían a declamar, recitar y leer, a escribir cuentos y versos, a defender nuestro país con nuestra literatura.

En otro sector del taller se realizaban los títeres para las obras de teatro de esos versos o de algún cuento seleccionado; se realizaban la escenografía; se dibujaba; se pintaba; y enfrente, una clase de yoga podía tomarse esperando a que el turno de las mamás termine pero a no interrumpir.

Así fue el comienzo del taller, pasaron los años y hubo mudanzas, varios alquileres.

Y finalmente el taller se acercó al barrio de la Bajada vieja y, ahora está sobre la Costanera, por eso se llama de la Ribera, donde todos los años abre sus puertas reinventándose con algo de aquella mágica magia del primer taller.

Es un espacio donde el respeto por energía creadora del futuro artista se pone en marcha desde el primer instante.

Una trayectoria de 30 años respaldan el por qué es vital que el individuo tenga un espacio donde crear y formar su espíritu desde niño(o ni bien comienza su experiencia en el taller) a través del juego artístico, de la motivación creadora. Un niño creador y feliz en sus experiencias artísticas, difícilmente podrá vacilar del color expresivo, mañana estará seguro de sí mismo, se habrá enchastrado muchas veces en el laboratorio del color sin frustraciones aparentes, porque en el taller todo tiene solución hasta aquello que no la tiene, porque eso es arte.

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