La golpiza y violación de una mujer de 70 años, una comerciante golpeada y un robo en un taller, son los últimos hechos violentos que trascendieron y mantienen con temor al barrio «Independencia», ubicada en inmediaciones al arroyo Zaimán, donde los vecinos manifestaron que luego de obtener una respuesta negativa por parte del comisario de la Seccional VIII, presentarán una nota en la Jefatura de Policía solicitando mayor seguridad en la zona.»Hace 40 años que vivo acá y en menos de 24 horas ocurrieron hechos alertantes», afirmó la vecina, Carmen Doval. La vecina señaló que hace un tiempo, los vecinos manifestaron el problema ante el comisario de la seccional VIII, que fue consultado sobre la posibilidad de trabajar en conjunto contra la inseguridad, a lo que el efectivo respondió «esa es una tarea de la Policía Comunitaria y dijo que el motivo de por el que no asistían rápidamente al lugar de los hechos, era porque solamente tenían dos móviles y que carecían de personal».
Tomando en cuenta la recomendación del comisario, de acudir a la Policía Comunitaria, Doval señaló que pactaron una reunión con los efectivos de esa dependencia, quienes momentos antes del horario y día fijado comunicaron que «no iban a poder venir por razones de servicios». «Esto es una falta de respeto hacia los 300 vecino que acudieron a la reunión, y entre los que se encontraba el nieto de la mujer violada», se quejó Carmen.
Pese a que la Seccional VIII se ubica a solo 500 metros del barrio, sobre el acceso al Polideportivo Zaimán, los vecinos dicen que están «sin presencia policial». Carmen insistió que hay un «miedo terrible», dado que en estos días, unos 40 chicos se encuentran ensayando para el carnaval del barrio «Independencia», y al mismo tiempo circulan libres por la zona «borrachos, faloperitos y el violador que todavía no lo encontraron».
«La Policía llega dos horas después y eso no sirve de nada», lamentó la vecina refiriendose puntualmente al robo y asalto del taller mecánico; y la golpiza hacia la propietaria y sus hijos, quienes se enfrentaron con unos 30 desconocidos que estában consumiendo bebidas alcohólicas en la vereda de su negocio.
Doval precisó que los jóvenes son habitantes del lugar y de lugares aledaños, como el barrio «San Jorge».
