Así se desprende de un informe dado a conocer por el Instituto Brasileño de Turismo (Embratur), sobre las preferencias de los veraneantes argentinos por las playas cariocas.
Según el trabajo oficial, «La isla de la Magia» como se la conoce a Florianópolis, en el Estado de Santa Catarina lidera el ranking de destinos elegidos con un 25,6 por ciento, seguida por Camboriú (14,4 por ciento), Foz de Iguazú (8,3), Río de Janeiro (7,3) y Bombinhas (5,4 por ciento).
Además, según la encuesta, cada viajero argentino gasta un promedio de 57,48 dólares por día durante su permanencia en el país.
En otro orden, el 83,6 por ciento de los turistas relevados afirmó ya estuvo en otra oportunida en Brasil, al tiempo que el 16,4 porciento que viaja por primera vez aseguró que volverá a hacerlo en una nueva ocasión.
Las elecciones se justifican «por la atracción que genera en el turista el extenso litoral marítimo brasileño, que a lo largo de sus casi ocho mil kilómetros concentra ciudades, pueblos y maravillas naturales que año a año llaman la atención del turismo internacional», asegura el Instituto.
A la hora de elegir alojamiento en Brasil, el estudio destaca que el 60,7 por ciento se decanta por hoteles y posadas, mientras que el promedio de alquileres de casas es del 19,8 por ciento.
Y paulatinamente, se extiende entre los argentinos la idea de la comodidad de un resort, con un porcentaje de elecciones en aumento, en torno al 2,6 por ciento, señala el texto.
A la hora de visitar las tierras «verdeamarelas», los turistas argentinos se movilizan mayoritariamente en familia en el 40,4 por ciento de los casos.
La infraestuctura es otro de los pilares fundamentales que influye en la elección: el 88,7 por ciento considera como positiva la limpieza pública; el 89,2 por ciento se fue conforme con la seguridad de las zonas turísticas, y el 94,2 se lleva una impresión buena de los restaurantes.
Asimismo, 96,9 por ciento de los encuestados calificó de manera beneficiosa a los alojamientos, mientras que el 98,2 por ciento no dejó de destacar el carácter «hospitalario» de los brasileños.
