Salud Pública descartó paludismo en Posadas y continúa con las acciones en prevención de enfermedades virales

El jefe del departamento de Vigilancia Epidemiológica del ministerio de Salud Pública, Omar Patiño señaló hoy que el paciente de 60 años infectado de leishmaniasis visceral de Oberá está evolucionando, y aseguró que en Posadas no hay paludismo, sino que el caso pertenece epidemiológicamente a Iguazú. El jefe del departamento de Vigilancia Epidemiológica del ministerio de Salud Pública de la provincia Omar Patiño confirmó que en lo que va del 2.008 ya se han confirmado 7 casos de paludismo, 6 de ellos en Iguazú y 1 en Posadas, pero que epidemiológicamente pertenece a la zona norte.

En el caso de leishmaniasis visceral detectado en Oberá, Patiño indicó que «se estuvo en contacto con los profesionales que atienden al paciente, se le llevó un tratamiento, pero ellos ya estaban implementando otro tratamiento con él y está evolucionando».

Por otra parte, el funcionario explicó el procedimiento que se sigue cuando hay casos sospechosos de dengue, leishmaniasis y paludismo. «Se recibe el pedido por parte del profesional desde el ámbito privado, y desde ahí esos médicos manejan la situación. Se redirecciona al paciente pidiendo la confirmación de la patología a Salud Pública, quien emite la confirmación a partir de los referentes epidemiológicos locales, que entran en contacto, se interiorizan de cada situación, y de ser necesario se hace una intervención a nivel provincial», señaló Patiño.

En relación a las acciones a seguir después de estos últimos casos, el jefe de Vigilancia Epidemiológica dijo que «todo trabajo tiene un fin de ir de menor a mayor. No vamos a actuar ahora porque se detectaron los casos, sino que ya se venían realizando acciones. Pero hay cosas que son inmanejables desde el punto de vista humano», reconoció el profesional al tiempo que afirmó que las tareas están planificadas.

En este sentido, citó el tema de los perros infectados como «algo también difícil de manejar. Hasta que no se tuvo conocimiento de esta situación no se tomó conciencia de lo que pasaba, ahora no solamente la población, sino los profesionales del ámbito veterinario están pensando en qué hacer con el tema de la leishmaniasis».

Comentó que el año pasado se hizo un diagnóstico de situación, «pero no me acuerdo si Oberá estaba incluido en el estudio, ni los resultados», dijo.

En referencia al caso del paciente con paludismo en Posadas, Patiño puso énfasis en los antecedentes epidemiológicos. «Él no estuvo en la ciudad, sino que visitó la zona norte, estuvo en Puerto Iguazú, Piñalito, y llegó a Posadas con síntomas ya. Porque para determinar si un caso es autóctono hay que seguir el ciclo, la incubación y la fase de contagio, y este no se contagió en Posadas, sino que es oriundo de la zona norte, donde sí está asentado el programa nacional, lo tenemos asentado en esa zona en un gran porcentaje», explicó el profesional. Agregó que en ese caso también el paciente llegó a una institución privada, recibió la atención médica, hasta que en un momento se sugirió en la posibilidad de pensar en paludismo.

Recordó que el marcador de las tres patologías es la fiebre, y en el paludismo se suman los dolores musculares.

Por otro lado, dijo que a nivel regional también afianzan los lazos sanitarios. «El año pasado en una de las visitas que se hizo al municipio de Encarnación para tratar de optimizar el trabajo a modo regional, mantenemos una buena relación, y concretamente en el tema de la fiebre amarilla, más aún después del caso de los monos de Piñalito», dijo.

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